En un comunicado, Anderson ha rechazado las detenciones, así como la requisa de dinero en la sede del sindicato LAB y otros registros.
«Toda persona tiene derecho a la representación legal y a los abogados que participan en estos casos se les debe permitir llevar a cabo su trabajo sin la interferencia y la intimidación del Estado», ha afirmado Anderson.
«Desafortunadamente, en Irlanda sabemos demasiado bien lo que puede suceder cuando el Estado trata de evitar que los abogados de derechos humanos lleven a cabo su trabajo», ha abundado.
Además, Anderson ha recordado que el operativo tiene lugar después de la manifestación del sábado en Bilbo, que reunió a 80.000 personas por los derechos de los presos y por el fin de la dispersión.
Ha concluido señalando que los arrestos ponen de relieve «una vez más la negativa del Estado a participar de manera constructiva en el proceso de paz».