Ion Salgado

‘Ikusmiran’: El 53,52% de la población de Hego Euskal Herria carece de un empleo digno

Según el informe ‘Ikusmiran’ de la Fundación Ipar Hegoa, dedicado a las condiciones de vida y trabajo, el 53,52% de la población de entre 25 y 64 años de Hego Euskal Herria se encuentra en una situación «precaria, sin trabajo digno y con escasos ingresos».

Igor Arroyo junto a Edurne Larrañaga en la presentación del informe ‘Ikusmiran’.
Igor Arroyo junto a Edurne Larrañaga en la presentación del informe ‘Ikusmiran’. (Jon URBE | FOKU)

El 53,52% de la población de 25 a 64 años de Hego Euskal Herria vive en una situación «precaria, sin empleo digno y con ingresos insuficientes». Así lo indican las conclusiones del informe ‘Ikusmiran’, elaborado por la fundación Ipar Hegoa y presentado este miércoles en Donostia por Edurne Larrañaga e  Igor Arroyo, coordinador general de LAB.

Según el informe, en Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa hay 812.068 personas de entre 25 y 64 años en situación inactiva, en desempleo o con un salario inferior a 1.400 euros. La cifra, en la que se incluyen 198.000 personas, en su mayoría mujeres, dedicadas a labores del hogar, es superior a la del año pasado. En concreto, hay 48.668 ciudadanos y ciudadanas más en situación precaria que en 2021.

Y advierte de que la reforma laboral no ha resuelto los problemas en el mercado laboral: «Se está produciendo un incremento considerable, en comparación con períodos anteriores, en la suspensión de los contratos fijos y el paso a la inactividad. Esto se debe a que se está sustituyendo la temporalidad, en gran medida, por la figura de fijos discontinuos y no por la proliferación de contratos indefinidos».

«En el mismo sentido, resulta significativo el que se haya triplicado la tasa de bajas por no superar el periodo de prueba. Un periodo de carácter muy técnico que debe ser muy bien justificado. En cambio, se aprovecha este período para que el trabajador o trabajadora permanezca en la empresa eventualmente mientras se adapta a un trabajo para posteriormente, antes de alcanzar el plazo límite fijado por dicho período de prueba para convertir el contrato en indefinido, se le despida, para posiblemente contratar posteriormente a otro. Pocas veces con contrato fijo», añade.

Pensionistas y brecha de género

La situación de los pensionistas no es mejor que la de los y las trabajadoras. De hecho, el 34,2% de los y las pensionistas de Hego Euskal Herria percibe una pensión inferior a los 1.000 euros.

Los datos evidencian la brecha de género existente, ya que el salario medio de las mujeres fue, en 2020, 3.171 euros inferior al salario medio. Además, dos de cada tres personas que perciben una pensión inferior a 1.000 euros, el 66,7%, son mujeres.

Pérdida de poder adquisitivo

Trabajadores y pensionistas se ven afectados por el aumento de la inflación. En la CAV el IPC interanual se sitúa en el 6,9%, y en Nafarroa en el 8,4%. «Las familias que viven con los ingresos más bajos son las que más están sufriendo el aumento del IPC, las que están gastando cada vez más en productos básicos, probablemente comprando en menor calidad y cantidad y dejando sin cubrir las necesidades de otros ámbitos de la vida», apunta el documento, que también advierte de un «aumento drástico en vivienda».

«El aumento del precio de la vivienda se está produciendo a una velocidad vertiginosa, al mismo tiempo que se está produciendo un encarecimiento general tanto del precio del dinero como de los productos de consumo», señala, y alerta de que «el metro cuadrado de la vivienda está cada vez más caro: desde el año pasado se ha encarecido un 6,2% en Navarra y un 2,4% en la CAV», añade.

Este se traduce en un aumento de la pobreza. Basta con señalar que la tasa de riesgo de pobreza en Nafarroa es del 21,3%, y en la CAV del 17,8%, en ambos casos por encima de la media europea (17,8). Y desde 2008 se ha duplicado la población en situación de «extrema pobreza», llegando al 6,1% en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.

Las instituciones «miran para otro lado»

Arroyo ha censurado que pese a la crudeza de los datos, las instituciones «miran para otro lado»: «Tanto Urkullu como Chivite dicen que vienen tiempos de mucha incertidumbre. Pero tenemos varias certezas. Primero, que el modelo neoliberal que ha puesto en el centro los beneficios de las empresas no solo es injusto, sino cada vez más inviable. En segundo lugar, con unos recursos limitados, el debate central de los próximos años es cómo se distribuirán esos recursos, cómo vamos a hacer una transición ecosocial justa».

Ante esta situación, ha apostado por «intensificar las luchas sindicales y sociales», haciendo hincapié en el trabajo realizado para renovar convenios de sectores feminizados, crear el primer convenio de las trabajadoras del hogar o regular las condiciones laborales de las trabajadoras de Amazon. «Todas estas luchas son luchas para repartir la riqueza, para garantizar unas condiciones de vida dignas a todo trabajador o trabajadora», ha manifestado.

En el ámbito social, Arroyo ha puesto en valor las movilizaciones para hacer frente al encarecimiento de la vida; y ha hecho un llamamiento a participar en las movilizaciones convocadas para este sábado, 19 de noviembre, por la Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria y el Movimiento de Pensionistas bajo el lema ‘Pobretzeari STOP! ¡Condiciones de vida dignas y control de precios ya!’.

Cabe recordar que LAB presentó a los gobiernos de Lakua e Iruñea una propuesta en la que propone, entre otras cuestiones, el establecimiento de un salario mínimo de 1.400 euros, la puesta en marcha de una «transición ecosocialista», y la creación de una Seguridad Social Vasca y de un Código Laboral Vasco,