La militante independentista Aurore Martin ha sido trasladada a la Audiencia Nacional sobre las 10.00 de esta mañana. Tras tomarle declaración durante unos 15 minutos, el titular del Juzgado de Instrucción número 5 ha dictado un auto en el que señala que Martin fue «una de las personas elegidas como integrante de la Mesa Nacional de Batasuna conformada en enero de 2006».
El magistrado justifica el ingreso en prisión de la militante independentista por el «evidente riesgo fundado de huida» y su «efectiva sustracción a la acción de la Justicia», agravada por las manifestaciones en las que señalaba que no tenía «intención alguna» de ponerse «a disposición de los mandatarios españoles».
La resolución judicial, que repasa la actividad política que desarrolló Martin en 2006 y 2008 como miembro de la izquierda abertzale, concluye que formaba parte del «complejo político de la organización terrorista ETA» y «actuó como intermediaria en la recepción de fondos económicos para la organización».
A este respecto, el sumario, que comenzó a instruir el juez Baltasar Garzón en 2006, detalla que en diciembre de 2007 Martin «recibió dos transferencias por importes idénticos de 12.000 euros procedentes de una cuenta del Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV)», también ilegalizada por el tribunal especial.
Además, el juez recuerda que Martin «fue dada de alta en la Seguridad Social como empleada del PCTV» y que «en varias ruedas de prensa y en un artículo publicado en el diario ‘Gara’ se presentó como integrante de Batasuna».
La Gendarmería francesa detuvo a las 16.00 de la tarde de ayer e Aurore Martin en Maule, a través de un «control rutinario» de carretera. ‘Le Journal du Pays Basque’ era la primera en dar la noticia y la detención se extendió como la pólvora entre medios de comunicaciones vascos y estatales. Las reacciones tampoco se hicieron esperar entre diferentes partidos políticos.
Horas después, hacia las 21.00, el cuerpo policial francés la dejó en manos de la Guardia Civil. La agencia Europa Press informó de que la entrega se realizó en Biriatu, otro hecho insólito -habitualmente se hace en avión directamente hasta Madrid- en un caso que prácticamente no tiene precedentes.
Reacciones políticas
Representantes políticos de diferentes formaciones tampoco tardaron ayer en hacer públicas sus reacciones. Las diputadas del PS Colette Capdevielle y Silvianne Alaux, el senador centrista Jean-Jacques Lasserre y el jefe departamental de la UMP, Max Brisson, se mostraron sorprendidos y preocupados, mientras que Batasuna y Aralar exigieron su «inmediata» puesta en libertad.
Decisión sin precedentes
Sobre la militante de Batasuna pesaba una orden de detención después de que el Tribunal de Pau, en una decisión sin precedentes, diera luz verde el 23 de noviembre de 2010 a la euroorden cursada por la Audiencia Nacional española contra Martin y el Tribunal de Casación de París la ratificara un mes después.
Martin decidió esconderse y no facilitar su entrega al Estado español. Tras permanecer siete meses en la clandestinidad y anunciar su retorno a la vida pública, Aurore Martin reapareció en público en un acto político en Biarritz el 18 junio de 2011. El día 21 de ese mes la Policía intentó detenerla en Baiona, pero la solidaridad vecinal obligó a los agentes a dejarla finalmente en libertad. Cinco días más tarde, la ola de solidaridad que levantó su caso en Ipar Euskal Herria tuvo su reflejo en la manifestación que tuvo lugar en la capital labortana y en la que participaron electos de diferente color político.
El arresto de Martin se produce en una semana marcada en Ipar Euskal Herria por las declaraciones del ministro de Interior francés, Manuel Valls, en el diario ‘El País’, que han desatado una verdadera cascada de indignación entre los electos vascos de diferentes tendencias políticas.