Iñigo Urkullu ha expresado su respeto a las 115.000 personas que secundaron la manifestación del sábado en Bilbo, así como a los «casi tres millones de habitantes de todo el País Vasco que no lo hicieron».

Según ha indicado en la Cadena Ser, el cambio en la política penitenciaria «no tiene que estar sujeto a los avatares de una manifestación» y ni al hecho de que se lleve «ya más de un año y cuatro meses desde el anuncio de cese definitivo de la acción armada por parte de ETA».

En su opinión, «otra política penitenciaria debería ser algo que el Gobierno tomara en consideración en respeto a los derechos que asisten a las personas privadas de libertad, donde impere el concepto de acercamiento».

«Es mi trabajo», ha añadido, «insistir ante el presidente del Gobierno con la transferencia de la política penitenciaria a la CAV».

Urkullu ha señalado que se trata de un emplazamiento que se hace en la sociedad vasca «desde hace 15 años». Ha recordado que este fin de semana se cumplía el vigésimo quinto aniversario del Pacto de Ajuria Enea y en él se hacía referencia también a «otra política penitenciaria. Estamos hablando de hablando de hace 25 años ya», ha añadido.

Hechos nacionales vasco y catalán

Preguntado por la situación en Catalunya, Urkullu ha señalado que en el Estado español existen «dos hechos nacionales», como son el vasco y el catalán, y ante ello, «el Gobierno español, el PSOE y el PP tienen que atender también que hay un problema en el modelo de Estado y que lo que fue la transición no ha resuelto este problema».

Ha criticado que, «ante los hechos nacionales», desde el Ejecutivo del PP «se ha venido abordando una manera de hacer por el PSOE y el PP de leyes de bases que han pretendido difuminar la realidad nacional de dos hechos nacionales».

«España como Estado tiene un problema de dar respuesta satisfactoria de dar respuesta satisfactoria a los hechos nacionales catalán y vasco», ha insistido.

Tras indicar que ell federalismo no es el modelo que pretenden los vascos sino «una base sobre la que poder discutir, siempre y cuando se manifiesta la diferencialidad de estos dos hechos nacionales», Urkullu ha defendido «un nuevo estatus político para Euskadi».

«Si tuviera que hablar como nacionalista y como miembro del PNV, evidentemente, estaría hablando de un concepto de soberanía, la máxima que pueda tener en estos momentos en el siglo XXI. Si eso se corresponde con un concepto de independencia...Me pregunto si hoy en día hay alguien independiente cuando vivimos las consecuencias de la globalización, de la crisis financiera mundial», ha indicado.

Ha afirmado que, como nacionalista, aspira a la soberanía plena, pero, como lehendakari que tiene que «responder a una vertebración de la sociedad, de la Comunidad Autónoma Vasca», aspira a que en los próximos años se pueda construir «un acuerdo lo más amplio posible entre las diversas formaciones políticas».