La empresa propietaria del edificio que albergó durante trece años el gaztetxe Kukutza III en el barrio bilbaíno de Rekalde, Cabisa, ha renunciado a ejercer la acusación particular contra las tres personas imputadas y las 23 que fueron arrestadas durante el desalojo del verano de 2011, lo que significa que se retira del caso.

La decisión ha sido dada a conocer mediante el colectivo Kukutzaren Elkartasun Taldea (KET), que no se ha visto sorprendida por la actitud de la constructora al considerar «absurdo» desde un punto de vista jurídico «pretender condenar por usurpación de inmueble a 23 de las miles de personas que acudieron a Kukutza».

El colectivo ha añadido que Cabisa es una empresa de la que «nadie había oído hablar en Rekalde» y ha recordado que logró hacerse con el edificio «cuando este se encontraba embargado y su anterior propietario prófugo de la justicia».

KET ha destacado que la «total ausencia» de un interés «real y legítimo» por parte de la empresa en la recuperación del edificio o de sus terrenos, «como demuestra el hecho de que casi dos años después del derribo en el lugar que ocupaba Kukutza únicamente exista un enorme solar».

Manifestación

Ya por la tarde, se ha celebrado a una manifestación que ha partido desde el Ayuntamiento de Bilbo y que, tras pasar por los juzgados de la capital vizcaina, ha finalizado frente a la Sabin Etxea.

Con esta manifestación, si cabe aún más tras la decisión de Cabisa, los convocantes han querido dejar claras las responsabilidades de lo sucedido con Kukutza.

Han mostrado su solidaridad asimismo a las personas arrestadas y encausadas con motivo del desalojo y posterior desalojo del gaztetxe.