«Vamos a esforzarnos en llegar a acuerdos, pequeños y grandes, por encima de trincheras partidistas, acuerdos también con el PNV y Geroa Bai», ha expuesto Hasier Arraiz en el acto de inicio del curso político celebrado por  Sortu en la localidad navarra de Berriozar y al que han asistido unas 200 personas.

Arraiz, que ha comenzado su discurso mostrando su rechazo a un ataque militar en Siria, ha destacado que Sortu estará presente el 11 de setiembre en Catalunya y ha remarcado que «el día 12 comienza aquí la vía vasca a la soberanía, una hoja de ruta tenemos que trazarla entre todos».

En su opinión, «la mayoría de los vascos quieren que quienes reconocemos Euskal Herria como nación y, por tanto, como sujeto de decisión nos pongamos de acuerdo entre nosotros visto que con Madrid y París no hay nada que hacer» y ha resaltado que «la gente nos pide madurez, altura de miras y que no le fallemos».

«Nos piden que demos la talla en una ocasión histórica como esta. Otras batallas, sin lugar a dudas, también son importantes, la de la gestión, las instituciones y las del día a día, pero tenemos que tener claro que trenes como este pasan cada muchos años por la estación de cada nación sin Estado», ha sostenido.

En este sentido, Hasier Arraiz ha incidido en que «es hora de tomar grandes decisiones y cada cual tiene que decidir si lo quiere hacer como partido político o como pueblo».

Para el dirigente de Sortu, «no es suficiente con responder de manera conjunta y unitaria a las imposiciones de Madrid y París aunque es imprescindible» y ha abogado por «tomar decisiones en el día a día que sirvan, no solo para parar las imposiciones, sino también para comenzar a construir nuestras alternativas y así, paso a paso, convertirnos en una nación soberana».

«Desde Madrid dicen que no hay conflicto político, que nunca lo hubo, y que no se necesita ningún proceso de resolución. Pues a esos de Madrid que niegan la existencia del conflicto les decimos que la actual actitud del Estado deja al desnudo la propia esencia del mismo», ha agregado.

Según ha expuesto Arraiz, «el problema no es ETA, porque su actividad armada ha acabado y el problema no es Euskal Herria», sino que «el problema es la esencia franquista y antidemocrática del Estado español».

«Nos aplican leyes de excepción que secuestran en el día a día nuestros derechos civiles y políticos más elementales y, además, nos niegan en el día a día nuestro derecho a ser, a existir como pueblo, y como tal, a decidir libre y democráticamente nuestro futuro», ha señalado.