Familiares de Ibon Iparragirren han denunciado la agresión que sufrió el preso de Ondarroa en la cárcel de Basauri el domingo pasado por parte de dos funcionarios.
Según han referido, los hechos ocurrieron en el recuento nocturno cuando, ante la tardanza de los carceleros en cerrar la puerta de la celda, Iparragirre la cerró él mismo. «Acto seguido los funcionarios entraron en su celda y le propinaron dos tortazos cada uno», como consecuencia de los cuales cayó al suelo y se golpeó la cabeza, aunque no se hizo ninguna herida.
Iparragirre informó a su familia de la agresión por teléfono y en esa misma conversación les hizo saber que desde que está en el ‘módulo de respeto’ no recibe la medicación prescrita para evitar los ataques de epilepsia, «sino otra cuya composición y efecto ignora».
La familia ha denunciado que «esta nueva agresión –ya sufrió una el sábado pasado por parte de un preso social– pone de manifiesto la crueldad del sistema penitenciario y la impunidad con la que están acostumbrados a funcionar algunos funcionarios de prisiones».
El ondarroarra, gravemente enfermo, fue arrestado el 7 de marzo y encarcelado en Basauri.