Miles de personas se han dado cita en el casco antiguo de Iruñea para presenciar la procesión de San Fermín. Como ya es tradición, la coroporación municipal, con el alcalde iruindarra, Enrique Maya, al frente, han paseado junto al santo por algunas calles del centro de la capital navarra.

La procesión ha comenzado a las 10.00 de la mañana cuando gigantes, kilikis y cabezudos esperaban frente al Consistorio a la corporación municipal, vestida de gala, que se ha dirigido hacia la catedral para recoger al Cabildo.

A continuación, bajo el repicar de las campanas, la comitiva encabezada por el edil más joven del Ayuntamiento, el concejal de NaBai Aritz Romeo, ha iniciado su marcha hacia la iglesia de San Lorenzo para recoger la imagen de San Fermín.

Desde la iglesia de San Lorenzo, la procesión ha comenzado el trayecto por el Rincón de la Aduana para adentrarse en la calle San Antón, rebosante de iruindarras vestidos de rojo y blanco que han dado color a los balcones y a las calles de la parte vieja.

Las protestas contra los dirigentes de UPN se han repetido en varios momentos del recorrido e incluso se han vivido momentos de tensión en algunos instantes. Personas con chorizos en la mano o una lluvia de falsos billetes de 500 euros han sido algunos de los gestos que han protagonizado los ciudadanos en señal de protesta, además de sonoras pitadas que se han sucedido una y otra vez.

El ‘caso CAN’ no ha pasado desapercibido. En la calle Curia les esperaba una pancarta de la asociación Kontuz en la que se lanzaba una pregunta a los responsables regionalistas. «¿Dónde están los dineros de la CAN?», decía.

Otra pancarta, esta vez de la organización juvenil Ernai, que exigía «terminar con el régimen UPN-PSN».