Nada más reanudarse el cónclave, la presidenta del congreso, Susana Díaz, ha propuesto a los asistentes la ratificación del dictamen de la comisión organizadora de la consulta, que ganó Sánchez con casi un 49% de los votos frente a sus dos contrincantes, Eduardo Madina (36%) y José Antonio Pérez Tapias (15%).
Su nombramiento no se ha sometido a votación de los delegados por primera vez en los 135 años de historia del PSOE. Además, los delegados han aprobado que su secretario general sea elegido de ahora en adelante bajo la fórmula de «un militante, un voto». Hasta ahora, los líderes –tanto el federal como el resto– se elegían en un congreso, siempre con el voto de los delegados.
Pedro Sánchez sustituye a Alfredo Pérez Rubalcaba, que esta mañana se ha despedido de sus compañeros. El nuevo secretario general ha pedido a sus compañeros que empiecen a «hablar de los problemas de los españoles» y «lo justo del PSOE».
Sánchez se ha dirigido a los votantes que han abandonado al PSOE en las últimas citas electorales para asegurar que no les va a pedir «un acto de fe. No se trata de eso, lo único que voy a pedir es que escuchen lo que pedimos, que atiendan lo que proponemos y que observen lo que hacemos». Además, ha garantizado que no le va a temblar el pulso para echar a «ningún corrupto o corrupta del partido».