Según los sindicatos, el número de «vulneraciones» ha sido «enorme» y, entre ellas, han destacado que «en varias comarcas de Atención Primaria se han impuesto servicios mínimos en centros en los que no hay servicio los fines de semana» y que «en prácticamente todos los hospitales, se han realizado operaciones calificadas de ‘indemorables’ para nombrar servicios mínimos a todas las personas de esos quirófanos, de forma que en algunos hospitales se ha operado más los días de huelga que en otras jornadas».
Otra de las denuncias ante la Inspección de Trabajo es que «al menos en dos hospitales se han realizado operaciones aunque el servicio de limpieza de quirófanos estuviese de huelga», así como que, en el caso de Gernika «se llegó a operar sin haber procedido a limpiar el quirófano» y, en el Hospital de Arrasate «se sustituyó ilegalmente al personal de Osakidetza con personal de una subcontrata de limpieza». A ello, han sumado que «en varios centros se han realizado contrataciones para sustituir al personal en huelga».
Los sindicatos han denunciado que «estas vulneraciones al derecho a la huelga, junto al resto de ataques a la libertad sindical, han sido la marca utilizada por la Dirección de Osakidetza para tratar de limitar al máximo el impacto de las huelgas».