Mariano Rajoy ha comparecido en La Moncloa para realizar una declaración tras las elecciones de ayer y ha remitido a la reunión que mantendrá esta tarde el Comité Ejecutivo Nacional del PP para analizar los resultados.
El jefe del Gobierno español ha defendido que el domingo se celebraron unas elecciones autonómicas aunque «algunos pretendieron darle un carácter plebiscitario».
«Hoy sabemos que eso, que no era posible legalmente y no lo es, tampoco ha obtenido el apoyo en las urnas. No llegan a cuatro de cada diez catalanes los que han apostado por un programa rupturista. Esta es la realidad de los hechos», ha afirmado.
Por eso, ha querido trasladar «un mensaje de tranquilidad» porque, según su lectura, los partidarios de la independencia «nunca tuvieron el respaldo de la ley y desde ayer sabemos que tampoco tienen el apoyo de la mayoría de la sociedad catalana».
Ha insistido en que lo que comienza ahora en Catalunya es «una nueva legislatura autonómica» y, por lo tanto, las fuerzas políticas que han logrado representación tienen que elegir un nuevo Govern, cuya misión debe ser «trabajar para todos los catalanes».
Rajoy ha dicho que su Gobierno seguirá «velando por que se respete el Estado de Derecho». «Podemos hacer grandes cosas todos unidos, debemos intentarlo y ese es el deseo de la inmensa mayoría de los españoles», ha destacado.
Ante la pregunta de si su disposición al diálogo dentro de la ley implica que pueda hacer alguna oferta a Catalunya, ha dicho que él está dispuesto a hablar y a escuchar lo que quiera plantear el futuro Govern, pero no a «liquidar la ley» porque eso es «insano y antidemocrático».
«Si hay alguien que pretende liquidar la soberanía nacional o la unidad nacional, que lo diga. Yo, de lo demás, estoy dispuesto a hablar», ha dicho.