Naiz
Donostia

Dos de los refugiados hallados en Hernani afirman que proceden del Kurdistán iraquí

Al menos dos de los tres jóvenes hallados ayer en el interior de un camión frigorífico estacionado en Hernani (Gipuzkoa) proceden de la ciudad de Kirkuk, en el Kurdistán iraquí, de donde huyeron para escapar del Estado Islámico (EI), según han declarado a la Ertzaintza.

Pese a que el Departamento de Seguridad informó en principio de que los tres inmigrantes eran sirios, las declaraciones ante la Ertzaintza de dos de ellos –el tercero sigue hospitalizado– han aclarado su origen y las circunstancias de su viaje hasta Hernani, a donde han llegado engañados por una organización que les aseguró que el vehículo viajaba a Gtan Bretaña, el destino al que querían trasladarse.

Se trata de dos jóvenes, uno de 19 años y otro de 26, que abandonaron Kirkuk por separado y se han conocido durante el viaje, al igual que el tercer hombre, que aún se encuentra en el Hospital Donostia.

Los dos jóvenes han relatado que huyeron de Kirkuk por miedo al Estado Islámico y a los combates que tienen lugar en esa zona y llegaron por sus propios medios a Turquía, donde contactaron con una mafia que les prometió facilitarles el traslado a cambio del pago de 7.500 y 9.000 dólares, respectivamente.

En sucesivos trayectos en automóvil llegaron a una localidad francesa que no son capaces de precisar, donde un miembro de la organización delictiva les introdujo en el camión frigorífico y les aseguró que el destino de este vehículo era Gran Bretaña, país al que los dos querían llegar porque allí tienen conocidos.

De las declaraciones de los dos iraquíes se deduce que el conductor del camión, de nacionalidad polaca, no se percató de que los tres jóvenes habían viajado en la cabina refrigerada, en la que transportaba fruta hasta Mercamadrid.

Los tres jóvenes fueron localizados a las 18.40 horas de ayer en una estación de servicio de la AP-8 en Hernani, después de que el chófer de otro camión oyera golpes y gritos procedentes del remolque y alertara a las autoridades.

Los inmigrantes presentaban síntomas de hipotermia, ya que la cabina estaba a 10 grados sobre cero, y estaban afectados por la escasez de oxígeno, aunque se recuperaron tras ser atendidos en el Hospital Donostia, donde uno de ellos continúa ingresado en observación.

Los dos jóvenes que han declarado ante la Ertzaintza han sido puestos a disposición de los servicios de extranjería de la Policía española.