Hungría cerrará su frontera con Croacia a partir de esta medianoche para evitar el flujo de migrantes y refugiados que llegan a su territorio, según ha anunciado el ministro de Exteriores, Peter Szijjarto, tras una reunión del gabinete de seguridad.
El Gobierno de Viktor Orbán ha prometido «proteger las fronteras del país y las fronteras exteriores de la UE» del flujo de cientos de miles de solicitantes de asilo que han llegado a través de los Balcanes y muchos de los cuales quieren ir a Alemania.
Hungría ha construido una valla metálica para cortar el camino a los refugiados en su frontera sur con Croacia, similar a la que ya erigió hace unas semanas con Serbia. Una vez que la frontera con Croacia sea sellada, los migrantes y refugiados se dirigirán hacia la pequeña Eslovenia o podrían verse varados en Croacia, donde las temperaturas están bajando y las autoridades ya están teniendo problemas para hacer frente a la gran llegada de refugiados.
Entre 5.000 y 8.000 personas han cruzado cada día la frontera croata en las últimas semanas. Szijjarto ha dicho que la reunión de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE en Bruselas no consiguió ponerse de acuerdo sobre una fuerza común para proteger las fronteras de Grecia, y por tanto «Hungría se ha visto obligada a proteger las fronteras exteriores de la zona Schengen».
Según ha dicho, Hungría ha informado a Croacia, Eslovenia, Polonia, Eslovaquia, Austria y Alemania sobre la decisión de sellar la frontera. El ministro ha explicado que los migrantes podrán solicitar asilo «en las dos zonas de tránsito» que se han establecido en la frontera con Croacia y solo se podrá cruzar por los pasos fronterizos oficiales. En la frontera con Serbia también se creó una zona de tránsito para que puedan solicitar asilo. Solicitudes que, prácticamente en su totalidad, son rechazadas.