A falta de un proceso informativo de las instituciones sobre el llamado Metro de Donostialdea y, en especial, sobre la pasante de la capital, la agrupación Sator Alaia que aglutina a vecinos y ciudadanos contrarios al proyecto y favorables a un debate serio y sose gado, sigue trabajando. Por el momento, se han centrado en ofrecer charlas informativos en los barrios de la ciudad, una dinámica que se ha prolongado durante semanas y que han concluido con buenas sensaciones.

Las más multitudinarias fueron las de Amara Berri, Alde Zaharra, Egia y El Antiguo, donde, al margen de dudas más específicas, se ha repetido el «escepticismo» y la preocupación por el «despilfarro» que supondrá para las arcas públicas.

Una cita con varios miembros de esta agrupación que trabaja de forma totalmente altruista sirve para dar forma a su iniciativa. Según explican, hasta ahora han desarrollado la parte «más informativa», porque al margen de las charlas se le suma el buzoneo de un boletín que han realizado recientemente. En él, entre otras cosas, explican cómo afectaría el metro al transporte público ya existente, especialmente a Dbus y Lurraldebus, reflexionan sobre el modelo de ciudad y plantean alternativas concretas para mejorar el transporte público sin necesidad de construir la pasante donostiarra. La tarea del buzoneo la han realizado entre unas 140 personas voluntarias y los costes de la publicación la han asumido de su propio bolsillo.

El fin de la ronda informativa no implica que no se vayan a celebrar otras más adelante, porque el proyecto sigue en marcha y a medida que vaya aflorando información, «a cuentagotas», se quejan, se pondrán manos a la obra.

Ahora su atención se centra en la manifestación que se celebrará mañana a las 12.00 desde la plaza Easo. Bajo el lema “No al metro porque es innecesario”, recorrerán las calles del centro para concluir en el Boulevard.

Lo que piden, explican, es que se pare el proyecto y que las instituciones competentes, Gobierno de Lakua, Ayuntamiento y Diputación de Gipuzkoa, abran un debate ciudadano, algo que «tienen secuestrado», denuncia Sator Alaia. En este sentido, ofrecen un dato. Las más de cuatrocientas alegaciones que se presentaron en julio aún no han sido contestadas por la consejería de Medio Ambiente de Lakua, aunque las esperan este mes si los plazos se cumplen. Paralelamente, el pasado 13 de noviembre se presentaron centenares de alegaciones al Plan Territorial Parcial (PTP) de Donostialdea-Bidasoa, que incluye la pasante donostiarra, entre otros proyectos. La respuesta a ellas se antoja también más lejana que cercana.

Sobre la mesa se plantean, de cara al futuro, una reunión con el Ayuntamiento, aunque el contacto aún es inexistente. Lo que consideran efectivo, y para ello piden la colaboración de las asociaciones de vecinos y colectivos, es que se abra el debate en cada barrio para después poder actuar en conjunto.

De obra «faraónica», a inyectar 165 millones

Desde Sator Alaia se preguntan qué pudo ocurrir para que el departamento de Medio Ambiente de Lakua cambiara su discurso 180 grados. Si en 2013 la consejera Ana Oregi declaró que «el Gobierno no puede imponer a la fuerza lo que quiera», –lo calificó como «proyecto faraónico»–, propuso formar una mesa con el Ayuntamiento, la Diputación y la ciudadanía para «pensar cual es el mejor medio de transporte para Donostia», en la actualidad el Gobierno de Gasteiz lo impulsa abiertamente. El último paso para que esta infraestructura avance, de hecho, lo ha dado su departamento, ya que Euskal Trenbide Sarea (ETS) adjudicó por 600.000 euros la redacción de los proyectos constructivos, paso previo a la licitación de las obras, previstas para el año que viene.

En 2016, ETS destinará 950.000 euros, cifra que aumentará de forma muy considerable en 2017, cuando inyecte 29 millones. Si se cumple con lo acordado, en 2018 serán 35,7 millones, en 2019 52 millones y 47, 6 en 2020, año en que se prevé que entré en servicio el metro de Donostia. O.L.