Estimando parcialmente una queja planteada por la defensa de Arantza Zulueta, el Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional española considera que el régimen de vida aplicado a la abogada no se corresponde con el que tiene fijado, un primer grado en el que se le permite coincidir con otras presas, como mínimo durante esas horas.
«Ninguna otra interna con su clasificación ha estado ingresada allí en el último año», dice el auto de la magistrada María de los Reyes Jimeno, al que ha tenido acceso NAIZ.
La administración penitenciaria ha alegado para justificar esta situación el escaso número de presas de la cárcel y los motivos de espacio. No obstante, la juez precisa que esto podría dar lugar a que realizara «salidas en solitario de forma puntual u ocasional», pero no una prolongación de la situación de forma continuada en el tiempo.
«Se deduce que la interna no puede disfrutar de manera habitual de esas cuatro horas diarias de vida en común que le corresponden» y que solo se une a otras reclusas cuando alguna de ellas cumple sanción en esa galería, explica el auto.
Por ello, la magistrada ordena a la prisión que «de forma inmediata» ponga los medios para subsanar esta situación.