Oriol Junqueras ha iniciado su intervención en la comisión de investigación del Parlament sobre la aplicación del artículo 155 haciendo un alegato en favor del diálogo, especialmente con aquellos que «han aplaudido de manera entusiasta la represión y nuestra prisión».
Junqueras comparece como testigo en la comisión, a la que ha acudido desde la cárcel de Lledoners en la que está preso. Sus primeras palabras han sido para los líderes independentistas presos en el exilio, como Carme Forcadell, Marta Rovira o Carles Puigdemont.
En su intervención se ha mostrado dispuesto a establecer «mesas de negociación a diestro y siniestro, tantas como haga falta». Ha asegurado ser feliz, ha dicho estar contento de hablar en sede parlamentaria con todos los presentes sin excepciones y ha insistido en su apuesta por el diálogo, «especialmente con los que han aplaudido de manera más entusiasta la represión y la prisión», porque considera que el diálogo no puede estar supeditado a la situación carcelaria de los líderes independentistas.
«Esta actitud de diálogo no se ha roto ni en la prisión. Ofrecemos diálogo a todo el mundo, ofrecemos la posibilidad de mesas de negociación a todo el mundo, incluso a los que no tienen ganas. No condicionaremos el diálogo al hecho de que estemos en prisión», ha insistido.
El dirigente de ERC ha expresado su «compromiso y voluntad» de continuar «defendiendo nuestros principios y valores republicanos» y de seguir trabajando por la república y por la independencia.
«Más independentistas que nosotros no hay nadie. Somos los campeones de la causa de la república y del diálogo», ha proclamado.
Junto a ello, ha denunciado la acción de las «cloacas del Estado» a la hora de fabricar «pruebas falsas contra sus opositores» para inculpar a líderes del independentismo, y ha advertido de que algunos de los que ahora aplauden esta represión pueden acabar siendo víctimas de estos mismos procedimientos.
«Estamos convencidos de que algunos de los que aplaudieron la actuación represiva, los golpes contra los votantes que querían depositar sus papeletas en las urnas, los que aplaudieron la disolución de un Parlamento democrático y un Govern legítimo, algunos de aquellos que aplaudieron nuestro encarcelamiento, también en algún momento les tocará sufrir las estocadas del Estado profundo», ha avisado.
El 155, «telón de fondo y excusa para mandarnos a prisión»
Sobre el artículo 155, ha dicho que solo ha servido para «perjudicar las necesidades e intereses de los ciudadanos de Catalunya, para perjudicar la aplicación de políticas sociales y las políticas destinadas a aumentar la productividad y competitividad de nuestra economía, y como telón de fondo y excusa para mandarnos a prisión», aunque acto seguido ha advertido de que a pesar de todo ello «no sirve para hacernos desistir».
«La prisión es una parte más, un paso más en el camino hacia la libertad», ha añadido.
Ante la aplicación del 155 ha insistido en que su trabajo «continúa siendo hablar con todo el mundo y hacerlo sonriendo, hablar con toda la sociedad catalana y, especialemente, con aquellos que no comparten nuestras ideas y objetivos».
Junqueras ha dicho ser consciente de que «nos lo pueden poner difícil, pueden poner palos en las ruedas». «¿Y qué?», ha preguntado hasta tres veces.
«Cuantas más palos en la rueda nos pongan, más razón y política acumularemos para protagonizar este diálogo y voluntad de negociación, y por mucho que nos agredan, protesten y no les agrade, yo hablaré con todo el mundo», ha subrayado, para añadir que está «muy orgulloso de todo lo que he hecho».
El dirigente republicano ha defendido que celebrar «un referéndum de autodeterminación es una cosa normal» y ha recalcado: «Nosotros queremos volver a ejercerlo, y lo volveremos a ejercer».
Tras Junqueras, será el turno, sucesivamente, de los exconsellers Jordi Turull, Raül Romeva, Joaquim Forn, Josep Rull y Dolors Bassa.