NAIZ

Detenido el dueño de Verter y otros dos altos cargos de la empresa del vertedero de Zaldibar

El dueño de Verter Recycling, José Ignacio Barinaga, y otros dos altos cargos de la empresa que gestionaba el vertedero de Zaldibar han sido detenidos este martes por una orden del juzgado de Instrucción de Durango.

Vertedero de Zaldibar. (Andoni CANELLADA / FOKU)
Vertedero de Zaldibar. (Andoni CANELLADA / FOKU)

El dueño de Verter Recycling, la empresa propietaria del vertedero de Zaldibar, ha sido detenido esta mañana tras una orden del juzgado de Instrucción de Durango, que también afecta al gerente y al ingeniero jefe de la planta, igualmente arrestados.

Los detenidos han sido trasladados a la comisaría de Eibar.

Las detenciones se producen más de cinco meses después del derrumbe de miles de toneladas de residuos que el pasado 6 de febrero sepultó a dos trabajadores, Joaquín Beltrán y Alberto Sololuze, cuyos cuerpos aún no han aparecido a pesar del tiempo transcurrido y de los movimientos de tierras que se han ido acometiendo a lo largo de estos meses.

Fuentes del Gobierno de Lakua han confirmado que los detenidos hoy por la Ertzaintza son el propietario de la escombrera, Luis Barinaga; la administradora única de la empresa Verter Recycling 2002, Arrate Bilbao; y el director técnico del vertedero.

Barinaga tiene relación de amistad con el consejero de Medio Ambiente en funciones y exalcalde de Eibar Iñaki Arriola, como reconoció este en una entrevista publicada por diarios de Vocento el 23 de febrero, en la que aseguró que tras al catástrofe no había vuelto a hablar con él.

La causa por el derrumbe se instruye en dos jugados, en uno de Durango se lleva la desaparición de los dos empleados sepultados por los escombros y en otro de Eibar, las denuncias por los supuestos delitos contra los derechos de los trabajadores y contra el medio ambiente.

Indicios de criminalidad

La Ertzaintza remitió a principios del pasado mes de junio un informe a uno de estos juzgados en el que informaba al instructor de que apreciaba «indicios de criminalidad» en la gestión del mismo.

En otro informe enviado a la Fiscalía del País Vasco por la consejería vasca de Medio Ambiente también se aportaba el reconocimiento de la empresa de que días antes de producirse el colapso de la escombrera habían tenido conocimiento de la aparición de algunas grietas en la misma, sin que se detuviesen los trabajos de descarga de residuos.

Tanto la Ertzaintza como el Departamento de Medio Ambiente apreciaban en sus informes la posible comisión de dos delitos, uno contra los recursos naturales y el medio ambiente, por ponerse en «riesgo grave» el entorno natural y la salud de las personas, y un segundo contra los derechos de los trabajadores.

El 6 de febrero, hacia las 16.00, se produjo el derrumbe de la escombrera, que sepultó a los dos trabajadores que se encontraban en la zona de la báscula del vertedero en ese momento, Joaquín Beltrán y Alberto Sololuze, y que invadió la calzada de la autopista, provocando el corte de la vía al tráfico durante varios días.

A la gravedad del colapso del vertedero, único caso habido en Europa, se unió el descubrimiento de que en el mismo se habían almacenado residuos que contenían amianto.

En las semanas posteriores fueron aflorando datos sobre el descontrol del vertedero, facilitado por un cambio normativo del Gobierno de Lakua en el año 2000 por el que dejó de «tutelar» este tipo de industrias. La versión exculpatoria del Ejecutivo Urkullu ahora ha consistido en que era la empresa quien tenía que garantizar la seguridad de la instalación.

También han ido apareciendo datos sobre las ganancias económicas de la empresa Verter colmatando en apenas una década un vertedero que tenía calculados 30 años de vida, hasta que acabó por reventar.