El Gobierno español ha declarado el estado de alarma en el conjunto del Estado después de que el Consejo de Ministros haya aprobado las peticiones de once ejecutivos autonómicos, incluidos los de Iñigo Urkullu y María Chivite. Así lo ha avanzado el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, en una rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa en la que ha destacado que el Estado español se encuentra «en una situación extrema».
En ese Consejo de Ministros, que ha durado algo más de dos horas y media han concretado las medidas para este segundo estado de alarma con un marco jurídico para todo el Estado español.
La principal medida es que decreta un toque de queda para todo el Estado desde las 23.00 hasta las 06.00. Cada Gobierno territorial podrá adelantar o retrasar una hora tanto el inicio como el final del toque de queda. De hecho las autoridades delegadas serán los presidentes autonómicos.
Además del confinamiento nocturno, se podrá restringir las reuniones sociales, tanto públicas como privadas, a seis personas y las comunidades autónomas podrán realizar confinamientos perimetrales totales o parciales de cada territorio. «No hay confinamiento general, pero cuanto más estemos en casa y menos contacto social tengamos, mejor. Quedémonos en casa», ha señalado Sánchez.
Este segundo estado de alarma se fija para dos semanas, ya que es el tiempo por el que el Ejecutivo puede aprobarlo por decreto. Sin embargo, el Gobierno español plantea la posibilidad de que se prolongue durante seis meses; es decir, hasta el 9 de mayo de 2021, para lo que necesitará la aprobación del Congreso. «Es el tiempo que los expertos estiman para superar la etapa más dañina».
Ha precisado que ya el próximo martes el Consejo aprobará su prórroga con la finalidad de que esta misma semana la vote el Congreso, algo para lo que Sánchez ha pedido «abrumador respaldo». A pesar de ello, Sánchez ha querido subrayar que «si la situación de la pandemia lo permite, el Gobierno levantará el estado de alarma. Ni un día más ni un día menos».