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La defensa admite todas las acusaciones en el caso del crimen de El Infierno

El abogado defensor en el caso del crimen de El Infierno ha manifestado conformidad total con los hechos que le imputan al acusado de quemar un edificio provocando la muerte de una persona. La defensa pide una pena de acuerdo «al principio de proporcionalidad», mientras que la Fiscalía pide 69 años de cárcel.

Imagen del edificio incendiado en la zona de El Infierno la mañana posterior a los hechos. (Andoni CANELLADA/FOKU)
Imagen del edificio incendiado en la zona de El Infierno la mañana posterior a los hechos. (Andoni CANELLADA/FOKU)

La defensa del hombre acusado en el caso del crimen de El Infierno de Donostia ha mostrado su acuerdo con los hechos que las acusaciones imputan a su representado, lo que allana el camino al jurado para establecer el veredicto de culpabilidad.

El letrado defensor ha intervenido unos pocos minutos para pedir, una vez que ha modificado sus conclusiones provisionales, que se imponga al acusado una pena de acuerdo «al principio de proporcionalidad», es decir unas penas mínimas que no llegarían a 30 años de cárcel, muy por debajo de los 69 años que reclama la Fiscalía, que le imputa un delito de asesinato y dos en grado de tentativa, además de un delito de incendio y otro de amenazas.

Son los mismos delitos que le atribuye la acusación particular, que ejerce su exnovia, aunque en esta caso solicita más de 70 años de prisión.

El magistrado presidente del tribunal, Augusto Maeso, ha dicho que es la primera vez que participa en un juicio con jurado en el que la defensa manifiesta una conformidad total con los hechos que las acusaciones consideran probados, aunque ha advertido a quienes ahora deben contestar al objeto del veredicto de que, pese a que les han «facilitado su labor», tendrán que razonar todas sus respuestas a partir del mediodía del próximo lunes.

El acusado ha rehusado tomar la palabra al finalizar la vista este jueves, por lo que su declaración en el juicio se ha limitado a un lacónico «sí» con el que se reconoció autor del incendio en la sesión del pasado 30 de octubre.

La Fiscalía y la acusación particular han mantenido sus peticiones de pena porque entienden que durante la vista oral ha quedado probado que el imputado provocó deliberadamente el incendio a sabiendas de que ponía en peligro la vida, no solo de su objetivo, sino la del resto de personas que pernoctaban en el edificio.

Han señalado que se han escuchado testimonios y expuesto pruebas suficientes, desde grabaciones de vídeo a audios con amenazas a su exnovia, como para confirmar que el procesado actuó con premeditación cuando se desplazó desde su domicilio en Bergara a Donostia para intentar matar al compañero de su exnovia.

Aunque no lo consiguió porque el hombre no durmió esa noche en el edifico, tres de sus ocupantes fueron víctimas del incendio; uno de ellos murió porque pernoctaba en la buhardilla y no logró escapar de las llamas, otro resulto con quemaduras graves y otro con diversas fracturas al saltar por una ventana.

La fiscal ha dicho que con su forma de proceder «sabía que ponía en riesgo la vida de otras personas y, pese a ello, siguió adelante».

Acción «premeditada y planificada»

Ha destacado que abandonó el lugar «sin alertar a nadie» y «sin mirar atrás», después de prender fuego al inmueble cuando todos dormían, en una acción «premeditada y planificada» que llevó a cabo por su «fuerte animadversión» hacia el amigo de su expareja.

«Para cuando se enteraron, el incendio ya estaba muy extendido y las posibilidades de que escaparan sin daños se redujeron drásticamente», ha remarcado.

El letrado de la acusación se ha pronunciado en términos similares: «Buscó causar el mayor daño posible, no tuvo ningún respeto por la vida de las personas que estaban allí dentro», ha subrayado.