Aske Gunea: Un muro popular desobediente más allá del Boulevard
«Nada será igual después de Aske Gunea», clamaban los estudiantes al sumarse al muro desobediente que ha tomado durante los últimos días el Boulevard de Donostia. Puede que tengan razón, porque todo apunta a que la dinámica ascendente emprendida en defensa de los ocho jóvenes independentistas de Donostia no acabará con su detención.
Vídeo de denuncia difundido por Aske Gunea y subtitulado en «auzolan» en nueve idiomas.
Publicamos este reportaje cuando la detención de los ocho jóvenes independentistas de Donostia parece inminente. Pero más allá del desenlace, Aske Gunea ya ha conseguido retrasar las detenciones, ha sido un nuevo estímulo en el ámbito de la defensa de los derechos y libertades de la ciudadanía y, como decían los estudiantes que se han unido al muro popular, «nada será igual después de Aske Gunea».
Salvando las distancias, la frustrada detención de Aurore Martin en junio de 2011 en Baiona, o la encerrona de los ocho jóvenes independentistas en Izpura en febrero de ese mismo año podrían servir de antecedentes de esta marea desobediente en la que se ha convertido Aske Gunea.
Lo anunciaron los propios condenados tras conocer la sentencia del Tribunal Supremo español. Ante la prensa, y arropados por cientos de ciudadanos, rechazaron la resolución y la hicieron trizas; «no la aceptamos», sentenciaron. Comenzaba una dinámica constante centrada en el Boulevard de Donostia, bajo el nombre de Aske Gunea y basada en la solidaridad, la desobediencia y la resistencia pasiva.
Ese mismo día, Ekaitz de Ibero, absuelto en esta causa pero condenado por otra, apareció en público y al día siguiente la Ertzaintza irrumpió en Aske Gunea de modo violento para proceder a su detención. Tras esa actuación, otro de los jóvenes absueltos, Beñat Apalategi, daba una de las claves de Aske Gunea: «Lo nuestro ha sido una demostración de fuerza, la de ellos una demostración de violencia».
La detención y la actuación de la Policía suscitaron una mayor solidaridad hacia los otros ocho jóvenes condenados. Como botón de muestra, la manifestación del pasado sábado, en la que cerca de 6.000 personas acompañaron a los jóvenes independentistas. Ahí tomó forma la idea del muro popular: los condenados en el centro y decenas de ciudadanos ataviados con camisetas naranjas a su alrededor con los brazos entrecruzados.
Esos brazos enlazados eran la imagen del muro popular de contención ante la injusticia, un muro de contención basado en la desobediencia pasiva. Cada amanecer, cada anochecer, ese muro ha acompañado a los jóvenes condenados hasta sus casas y han ofrecido una imagen no vista con anterioridad: columnas ciudadanas para defender a ocho personas que pueden ser detenidas en cualquier momento.
El martes llegó la orden de detención y, con ello, Aske Gunea decidió convertirse en un espacio de resistencia las 24 horas del día. El peligro de un arresto inmediato ha fortalecido, aún más, el compromiso ciudadano contra la ejecución de la sentencia. Personas llegadas de todos los territorios vascos se han sumado a la protesta. La primera noche, cerca de 400 ciudadanos compusieron el muro popular de defensa, la segunda ya eran 500.
Diferentes actores políticos y sociales han mostrado su apoyo a los jóvenes condenados, también lo han hecho algunos artistas. El miércoles se sumaba a la protesta diaria del mediodía la secretaria general de LAB junto a más de un centenar de delegados del sindicato. Ainhoa Etxaide denunció el inmovilismo del Gobierno español y llamó a la juventud a ser «la pesadilla de quienes os quieren controlados».
Más allá de Euskal Herria
Desde Aske Gunea han tratado de que su denuncia se extienda lo máximo posible. Para ello han creado cuentas de Twitter en varios idiomas. El miércoles la compañía cerró tres de ellas sin dar explicaciones. Además de las cuentas propias, los hashtag #herriharresia, #askegunea y #Donostia8 son ejes aglutinadores de toda la información creada en torno a este muro popular y, este jueves, #basque8 ha llegado a ser trending topic en el Estado español. Todo ello en una ventana común, el blog askegunea.wordpress.com
Habría que destacar los vídeos realizados por diferentes ciudadanos en apoyo a la iniciativa (como el que se puede visionar en el anterior párrafo), las fotos de adhesiones personales que cuelgan en su comunidad de Facebook, la solidaridad llegada desde diferentes puntos del planeta, la rapidez a la hora de informar sobre lo que ocurre en Donostia en diferentes idiomas... o incluso el juego del muro popular.
Un escalón más
Desde el espacio desobediente del Boulevard han tratado que esta iniciativa desobediente dé un paso más. El miércoles realizaban un «llamamiento sincero» al PNV para que se sumase al muro y no enviase a la Policía Autonómica a detener a los ocho jóvenes, para que «no ejecutase leyes injustas». El propio lehendakari de la CAV, Iñigo Urkullu, respondió por la noche en un programa televisivo que la Ertzaintza no era un cuerpo policial integral y que debía cumplir las órdenes.
¿Querría decir Urkullu que en caso de que la Ertzaintza fuera una Policía integral, no ejecutaría la orden? La respuesta corresponde al ámbito de la especulación. Justo antes de realizar el emplazamiento de manera pública, desde Aske Gunea difundieron este tuit:
.@eajpnv_cas @iurkullu La mayoría de l@s vasc@s no quiere q la Ertzaintza cumpla órdenes injustas d Madrid! Máxima difusión! #donostia8
— AskeGunea (@AskeGunea) 2013 apirila 17
Seguramente la mayoría de la ciudadanía vasca comparta esa opinión. Se trata de subir un escalón más, hasta que la legalidad se corresponda con la voluntad ciudadana. En esa dirección, cientos de ciudadanos aguardan la última contienda de un muro popular desobediente, que ya llega mucho más allá de Donostia.