El Parejas superó el primer cuarto de su fase regular el pasado fin de semana y ese equilibrio que desde las empresas buscaron con la confección de las combinaciones aguanta al paso por la primera de las tres ciabogas, por mucho que los caprichos del calendario hicieran que ahora mismo exista un hueco de dos triunfos entre las dos primeras, Altuna III-Martija y Olaizola II-Imaz y las dos últimas, Bengoetxea VI-Larunbe e Irribarria-Merino II, con tres de los cuatro finalistas de la pasada edición a la cola del pelotón.

Sin invictos –desde que en 2004 las empresas optaron por este sistema de ocho parejas siempre había habido, hasta este año, al menos una pareja que ganaba sus tres primeros partidos– ni combinaciones que no conocen la victoria, la igualdad es la nota predominante de esta edición, si bien el partido del viernes en Arrasate, entre las dos parejas que comparten el farolillo rojo de la clasificación puede dejar sensiblemente tocados a los que no lleguen al cartón 22 en el Uarkape.

Y aunque la calidad de los partidos ha tenido serios altibajos en estas cuatro semanas, se puede decir que está habiendo bastante emoción en los partidos y solo en una ocasión los perdedores no han llegado a los dos dígitos, el 22-3 de Víctor-Albisu a Urrutikoetxea-Galarza en Zierbena, por lesión del de Baraibar.

Un solo cambio

El de las pocas sustituciones es otro factor muy a tener en cuenta, pues el mencionado cambio de Aretxabaleta por Ladis Galarza es el único que ha habido hasta el momento, mientras que el año pasado a estas alturas ya habían entrado hasta seis suplentes, cinco por problemas físicos y otro por la decisión de prescindir de Beroiz como zaguero de Urrutikoetxea.

En aquella ocasión fue Ander Imaz el escogido y el de Oiartzun no ha dejado pasar la oportunidad. No llegó a semifinales con el de Zaratamo, pero este año ya ha hecho casi la mitad del camino junto a Aimar Olaizola. Con la igualdad reinante, el listón no parece que bajará este año de los siete puntos y los de Asegarce están muy bien situados. También Julen Martija, un debutante que, junto a Altuna III, no ha acusado el salto.