El pasado 28 de febrero se hizo pública la sentencia por los incidentes del chupinazo de los Sanfermines de 2010, que tuvieron su origen en los intentos de la Policía municipal de Iruñea de impedir a toda costa la presencia de la ikurriña en la Plaza Consistorial. Esto derivó en unos altercados a consecuencia de los cuales resultó herido de gravedad por un botellazo un joven madrileño que asistía al festejo. La sentencia condenó a los jóvenes acusados con penas que oscilaron entre los tres años y medio de cárcel y multas de doscientos euros.
Según ha dado a conocer hoy la plataforma Iruñea Askatasunez, el abogado del joven de Madrid presentó en noviembre ante el tribunal, una vez finalizado el juicio, un documento en el que acusaba de falso testimonio al policía municipal número 239, que ejerció como testigo en la vista. Según el letrado, la versión de este agente no se correspondía con lo recogido por las cámaras de seguridad.
Iruñea Askatasunez ha añadido que este agente es uno de los imputados por la supuesta comisión de siete delitos, junto a su jefe Simón Santamaría y otros tres compañeros.
Precisamente, la plataforma se ha concentrado este mediodía en la Plaza del Ayuntamiento, en cuyo interior se ha aprobado una moción de EH Bildu reprochando a Santamaría y al alcalde Enrique Maya su gestión del cuerpo policial local, si bien la abstención del PSN en el segundo punto ha impedido que el primer edil tenga que dar explicaciones sobre las imputaciones contra varios agentes.