«Se lleve a quien se lleve», ha insistido cuando se le ha preguntado en una entrevosta en RNE si eso incluía a la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá y a la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, aunque sí ha recalcado que quien debe caer es quien haya hecho algo «irregular o ilegal».
Cabe recordar que Maroto, junto al también exalcalde Alfonso Alonso, está pendiente de la resolución del «caso San Antonio», una operación de alquiler de un local que perjudicó a las arcas municipales de Gasteiz en favor del empresario Gonzalo Antón.
Sobre el caso concreto del PP de Madrid, cuya sede fue registrada este jueves por el juez que investiga la trama Púnica, ha recalcado que «corresponde al PP de Madrid aclarar por qué la Guardia Civil tiene que entrar allí. Y por qué los militantes y cargos que hacen política de barrio tranquilamente tenemos que pasar por esa vergüenza».
En todo caso, ha incidido en que los casos de corrupción no son sólo un problema del PP, sino que afectan a todos los partidos y por tanto «a la credibilidad de la política».
Maroto se ha situado al margen de estos dirigentes políticos para colocarse entre los ciudadanos «cansados de ver que ha habido una generación de políticos, o unos años en política, en que se han tolerado cosas absolutamente intolerables e inasumibles. Quienes apostamos por pasar página de una vez por todas, se lleve a quien se lleve esto por delante, porque es necesario depurar, limpiar y hacer las cosas de otra manera, creemos que el coste merece la pena».
Para abrir mayor distancia, ha denunciado que mientras algunos «contaban billetes» otros «se jugaban el tipo. Ni ellos me representan a mí ni yo les represento a ellos».