Del «todo es ETA» al ridículo ministerial de Fernández Díaz
En su escalada por criminalizar todo lo que no casa con su actuación gubernamental e, incluso, su ideología conservadora, el ministro de Interior español ha llevado hasta el ridículo el «todo es ETA» que hace más de una década sirvió para la cruzada contra el independentismo vasco.
Durante la rueda de prensa en la que el ministro de Interior español, Jorge Fernández Díaz, valoraba la operación policial de hoy contra ETA le han preguntado sobre el aborto. Su respuesta: «Esto lo dejamos para luego, si le parece, porque el aborto tiene poco que ver con ETA; bueno, tiene algo que ver, pero en fin no demasiado». A las pocas horas ha rectificado y ha dicho que no quería realizar tal comparación, pero el ridículo ministerial ya se había consumado.
La reacción ha sido instantánea, sobre todo en las redes sociales, donde el asombro se mezclaba con la indignación. Las críticas le han llegado, también, por parte de compañeros suyos de partido como el guipuzcoano Borja Semper, que escribía en Twitter lo siguiente: «que el aborto no tiene NADA que ver con ETA es tan obvio que no sé qué decir». También de asociaciones como la AVT o la antiabortista Foro de la Familia. Aun y todo, ha habido quien le ha apoyado, es el caso de la plataforma denominada ‘Derecho a Vivir’. Su portavoz ha declarado que «en ambos casos lo que se hace es matar inocentes abanderando una determinada causa».
No es la primera vez que Fernández Díaz extrema el ridículo al manifestarse en torno a temas especialmente sensibles para la derecha más conservadora como el aborto o el matrimonio homosexual. Sobre este último afirmó en su día que no garantizaba «la pervivencia de la especie».
Los escraches y Gran Hermano
Tampoco es novedad por parte del PP la muletilla de ligar toda desavenencia política con ETA. El incremento de la protesta social en el Estado español ha venido acompañado de ciertos tics criminalizadores hacia las plataformas que han fomentado la contestación social. Es el caso de las plataformas contra los desahucios, por ejemplo. La delegada del Gobierno español en Madrid acusó a las plataformas de afectados por las hipotecas de «apoyar a grupos proetarras». Más cerca, el líder del PP en la CAV, Antonio Basagoiti, pidió a Stop Desahucios Bizkaia que no acudieran a sus casas «a amedrentar como los batasunos», en referencia a los ‘escraches’.
A esa lista podrían sumarse varios ejemplos relacionados con movimientos sociales o posturas ideológicas molestas en el ideario de la derecha más conservadora. Pero influenciada por esa deriva, o no (como diría Rajoy), el esperpento llegó al extremo esta semana con la expulsión de una vasca de Gran Hermano por un comentario en torno a ETA.
El ‘todo es ETA’ ha servido durante más de una década para criminalizar a toda la disidencia vasca, un argumento que ha ido acompañado de la consiguiente domesticación de la opinión pública española. Al tratar el tema de Gran Hermano, Joseba Uria reflexionaba en ZuZeu que el mundo de las ideas gira más despacio que cualquier elefante. Visto lo visto, parece que el elefante prefiere ahondar en el ridículo a adecuarse a los tiempos que corren.