«Catalunya va perdre ahir Salvador Espriu». Con este titular, en catalán, se hizo eco la portada de 'Egin' del 23 de febrero de 1985 de la muerte del gran poeta Salvador Espriu, en una jornada en la que la principal noticia no fue menor: la deportación a Cabo Verde de los refugiados Tomás Linaza y Endika Iztueta.
Lo de titular en catalán la muerte de Espriu no fue un pequeño guiño en el encabezamiento, ya que todo el texto de la primera página estaba escrito en la lengua del escritor fallecido, uno de los más destacados del siglo XX en los Països Catalans.
Transcribimos el párrafo, con sus pequeños errores y su gran voluntad: «Ahir a les dues de la tarde va morir a Barcelona el gran poeta y escriptor catalá Salvador Espriu. Un atac de cor que li sobrevingue una hora avans el feu entrar en coma profund que el pacient no va poder superar. Salvador Espriu, que comtaba setenta-un anys és considerat com el més grand escriptor dels ultims temps i el que ha donat a la llengua catalana projecció i prestigi universals. Es fa ressaltar la fermesa amb què Espriu ha servit el poble català, tot i que el dolor per la seva mort ha superat els límits de Catalunya, atessa la universalitat de la seva obra. El fèretre d’Espriu ha estat exposat a la Generalitat de Catalunya i avui serà sebollit a Areyns de Mar, poble que Espriu va reflectir a la seva obra poètica amb el nom de 'Sinera'».
No sería la última vez que el catalán se hiciera hueco en esta casa. De hecho, hace pocos años, el 23 de marzo de 2018, NAIZ publicó un editorial íntegro en catalán. Se tituló «Catalunya: perseverança, paciència i molt coratge» y lo motivó el encarcelamiento de los diputados del Parlament Jordi Turull, Carme Forcadell, Josep Rull, Raül Romeva y Dolors Bassa, en una jornada en la que se conoció la decisión de la también diputada Marta Rovira de exiliarse en Suiza.
Los que precedieron y siguieron al referéndum del 1 de octubre de 2017 fueron meses intensos en los que NAIZ y GARA siguieron de cerca, con interés y empatía, lo que ocurría en Catalunya. De hecho, también hizo suya, el 3 de noviembre de aquel año, la reclamación de libertad –en este caso en inglés– de los ocho consellers del Govern encarcelados por la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela.