El arranque del reportaje de Iker Bizkarguenaga para Zazpika sobre el inminente inicio de aquella Korrika del 2017 podría servir perfectamente para presentar la edición número 23, que iniciará su andadura el día 14 de este mes: «Otxandio se prepara para acoger el jueves el inicio de la vigésima edición de Korrika –escribía–, una iniciativa insólita en su gestación, que se ha convertido en la mayor movilización social en un país donde echarse a la calle es norma. Una pequeña locura que cuenta con banda sonora propia, canciones que nos han acompañado no solo cuando apresurábamos el paso tras una furgoneta de AEK, sino también cuando acelerábamos los corazones en esa carrera que es la vida».

La primera Korrika se desarrolló entre Oñati y Bilbo, entre noviembre y diciembre de 1980, y discurrió entre nieve y lluvia. Valientes que eran en aquella época. Tras algunos vaivenes en el calendario, en 1991 pasó ya a fijarse en marzo-abril.

Lo cierto es que, desde aquel primigenio «Bat korrika, bi korrika, milaka korrikari…» de Xabier Amuriza, las canciones creadas para esta iniciativa popular a favor del euskara sirven también a manera de recorrido por nuestra música y nuestra cultura. Un ejemplo: han escrito o cantado para Korrika Akelarre, Egan, Oskorri, Tapia eta Leturia, Alex Sardui, Kepa Junkera, Edorta Jiménez, Mikel Laboa, Ruper Ordorika, Gozategi, Joxe Ripiau, Ines Osinaga...  Los tracks de aquellas canciones (incluidas en el reportaje de Iker Bizkarguenaga) te hacen regresar en el tiempo.

«La vida se puede contar en años o en Korrikas. ¿Cuántas Korrikas llevas tú? Yo, unas cuantas. Y con esto me he dado cuenta de que, al repasar la banda sonora de la Korrika, yo tengo muchas canciones dentro», escribía en 2019 Amagoia Mujika (la hemos traducido) también en ZAZPIKA.

Porque en esta casa siempre nos hemos puesto las zapatillas de correr y el peto (este año nuevamente con GARA), y hemos contado in situ y de primera mano, en papel, radio o digital, todas las historias, todas las polémicas, todas las alegrías, pero también el agotamiento y la ilusión que arrastra este gran movimiento popular.

 Xabier Izaga y Maider Iantzi resumían así lo vivido en GAUR8 en 2022: «Las sensaciones, sentimientos o situaciones no son nuevas: nerviosismo, ansia, vértigo, alegría, ilusión... una emoción inexplicable de principio a fin. Situaciones extrañas y emotivas vividas en diferentes momentos. GAUR8 ha reunido algunos de estos momentos entre los cientos acumulados estos días. Mañana en Donostia se mezclarán con un cansancio de 11 días, 2.500 kilómetros, y la ciudad se convertirá en una gran fiesta para ayudar a mantener el compromiso. Suele decirse respecto al tiempo que este acompaña, pero en la Korrika no es un elemento o una condición indispensable. El euskera es el que te acompaña»