René Burri (1933-2014, Zurich) fue uno de los grandes fotógrafos del siglo XX. Estuvo en todos los puntos calientes del planeta y el objetivo de su Leica retrató a los personajes más emblemáticos de la política y del arte como el Ché Guevara, Sadat, Nasser, Arafat, Picasso, Giacometti, María Callas o Le Corbusier.
En diciembre de 2000, y por encargo del dominical de GARA, visitó Euskal Herria y más concretamente la casa de Jorge Oteiza, con quien mantuvo un encuentro de un par de días. Según relató el propio Burri en las páginas de ZAZPIKA, el encuentro con Oteiza fue «muy sorprendente».
«Nada más llegar en el tren fui a su casa –explicaba Burri– y, al principio, parecía que no se encontraba muy bien y había dudas sobre si sería posible hacer las fotos. Es un hombre de gran intensidad. Yo llevaba un libro en la mano y lo abrí en la página en la que aparece Alberto Giacometti con sus ojos cerrados y le dije: 'mire esto'. De golpe, esto nos ha permitido conectar. El otro punto de conexión es el cigarro puro. Después nos hemos ido a comer juntos, pero he visto que, a su edad, es difícil mantener durante mucho tiempo esta intensidad. Ha conectado muy bien con mi hijo de seis años y esto le ha dado al encuentro un carácter familiar. Está harto de que todo el mundo acuda a él para preguntarle sobre la situación del País Vasco, la cultura, el arte, la educación... Imagino que tiene que ser muy agobiante para él».