El estudio sobre la tortura encargado por el Gobierno de Lakua al equipo de Paco Etxeberria, que GARA avanzó en abril de 2016, apuntaba que los casos acreditados entonces eran más de 4.000. Dos días después, Lakua presentaba oficialmente el estudio.
Un trabajo similar realizado en Nafarroa en 2023 aportó otro millar de casos.
Se trata de un informe realizado por un equipo solvente, plagado de datos que pueden resultar estremecedores, más allá de la cifra global. Como que la persona torturada quedó en libertad en el 41% de los casos. O que los 5.022 casos acreditados no corresponden con las víctimas, que son 4.027, porque hay 815 personas que han experimentado la detención con tortura en más de una ocasión. Incluso hay un caso que sufrió esta experiencia hasta en cinco ocasiones.
La práctica de la tortura es una realidad que ha sido constatada en Euskal Herria, desde el franquismo hasta el año 2014. Tomando como base este informe, se elaboró la película 'Karpeta urdinak', logrando el siempre difícil paso de trasladar a imágenes algo tan árido como un estudio.
El encargado de hacerlo fue Ander Iriarte, quien, en una entrevista con Ramón Sola con motivo de la presentación de la película en Zinemaldia, destacaba que tenía «la aspiración de que este documental sea dentro de unos años el referente de lo que ha pasado aquí. Que cuando alguien quiera comprender qué ha ocurrido, venga aquí».
«Los convencidos van a aprender mucho, pero con los no convencidos tal vez se pueda romper esa barrera, porque en muchos casos no es que no crean en la tortura, sino que no quieren creer», añadía Iriarte al comentar que en la presentación al público estuvo representado todo el arco parlamentario, desde EH Bildu al PP, pasando por PNV, PSE y Elkarrekin Podemos, además de miembros del Gobierno de Lakua y organizaciones a favor de los derechos humanos como Goldatu, Egiari Zor o Euskal Memoria.
«Sabemos que hay otro grupo que siempre va a negar la tortura aunque sepa que existe, porque fue una estrategia política. Yo no puedo creer que gente antifranquista que ha luchado y que ahora milita en el PSOE diga que no existió la tortura cuando hasta compañeros suyos fueron torturados en Intxaurrondo», añadía Iriarte al valorar la amplia representación que asistió al estreno.
«El documental tiene una voluntad de referencia internacional que encaja con ello, pero también es cierto que esto ha pasado aquí y queríamos darle esa razón local; las carpetas azules son eso, la prueba irrefutable de que esto es real. Las carpetas azules son lo que ha pasado aquí, lo que se puede demostrar y lo que evidencia que nos deben la verdad», explicaba Iriarte sobre el título, que inicialmente iba a ser 'Krask soinua'.
En la crónica de la presentación de la película en Zinemaldia, el director de NAIZ, Iñaki Altuna, destacaba que el equipo de 'Karpeta urdinak' recibió «el mayor de los reconocimientos posibles» cuando, en el coloquio posterior a la proyección, Paco Etxeberria dijo que era «un complemento perfecto, casi indispensable» a la labor realizada por su informe para sacar a la luz la realidad de la tortura.
Junto a ello, subrayaba que había conseguido «llevar al lenguaje cinematográfico nada menos que un informe de corte científico y técnico».
Añadía que la película «impacta desde el primer momento, desde el preciso instante en el que mediante una infografía recoge el conjunto del sufrimiento y de vulneración de los derechos humanos producido en el marco de eso que conocemos como 'el conflicto vasco'. El efecto es inmediato: los espectadores y las espectadoras no dejarán de prestar atención a la pantalla ni un solo segundo, aunque en ocasiones el sistema de subtítulos en diferentes idiomas pueda añadir alguna dificultad».