«El Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria tiene objetivos, fuerza y voluntad de continuar la lucha»
Seis años han transcurrido de las movilizaciones multitudinarias que protagonizaron los y las pensionistas vascas; unas de esas protestas tuvieron lugar el 26 de mayo de Bilbo. A pesar del tiempo transcurrido, la reivindicación de una pensión mínima de 1.080 euros sigue estando en las plazas de pueblos y ciudades de Euskal Herria. El movimiento, aseguran, tiene futuro.
Seis años después, el Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria tiene agenda y la fuerza suficiente para mantener en las calles sus reivindicaciones. Son muchas, aunque su primera meta es arrancar la pensión mínima de 1.080 euros. Realizan un balance agridulce de este tiempo, pero no se dan por vencidos.
Más de seis años de movilizaciones por unas pensiones públicas dignas, ¿qué balance realizan?
Más de seis años de continuas movilizaciones, miles de pensionistas participando todos los lunes en las plazas de más de 80 pueblos de Hego Euskal Herria, cientos de manifestaciones por unas pensiones mínimas de 1.080 euros, revisión de las pensiones con el IPC anual real, contra el deterioro del sistema público de salud, pensiones de viudedad con el 100%, brecha de género, no al sistema privado de pensiones con dinero público, solidaridad y acompañamiento a los sectores de trabajadores en lucha, movilizaciones con familiares de residencias…
Hacemos un balance agridulce, rompimos el límite del 0’25% que nos impuso el PP, vinculamos el crecimiento de las pensiones al IPC anual, las pensiones más bajas han crecido de forma importante… pero aún no hemos logrado la reivindicación básica de los 1.080 euros de pensión mínima, motivación que nos puso en marcha. Otras reivindicaciones no menos importantes aún están pendientes.
¿Conocen una iniciativa similar a la que vienen desarrollando en Euskal Herria?
No conocemos una iniciativa tan movilizadora, intensa y de tan largo recorrido en el tiempo en todo el mundo. También en esto somos pioneras y pioneros en Euskal Herria.
¿Cómo recuerdan el inicio?
Fue una explosión de cabreo en sectores muy importantes de la sociedad. Espontáneamente se manifestó un «rotundo basta ya» al empobrecimiento, al deterioro del sistema público en general… y sobre todo por las personas pensionistas que estábamos en estado de invisibilización total y salimos a la calle de forma masiva.
Como todos los movimientos que surgen de esta manera, ha tenido periodos emergentes muy fuertes. Tras un ciclo de movilizaciones importante, con las primeras victorias, se redujo la participación. Hay quien consideró alcanzados los objetivos y se retiró.
No obstante, un importante número de personas, y entre ellas antiguos sindicalistas, dimos continuidad al movimiento dotándolo de objetivos básicos (pensión mínima de 1.080 euros…) y cuerpo organizativo a las movilizaciones de las plazas de los pueblos. Hoy podemos decir que el Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria tiene objetivos, fuerza y voluntad de continuar la lucha.
¿Hasta cuándo piensan continuar con esta dinámica?
Hasta que las asambleas de las plazas de los pueblos consideren alcanzados los objetivos y las reivindicaciones pendientes.
¿Mantienen algún tipo de interlocución con instituciones u otros agentes?
Siempre hemos procurado hablar y acordar con quienes tienen competencias y capacidad económica para complementar las pensiones. Hemos mantenido relación con el Gobierno de Madrid, con el de la CAPV y Nafarroa, también con los partidos que los sustentan. Hasta ahora las respuestas son, en muchos casos, nada más que buenas palabras y pocos hechos. Lo conseguido ha sido fruto de nuestras movilizaciones.
¿Cuáles son los pasos que piensan dar en los próximos meses?
En el movimiento siempre hemos trabajado con planes ajustables en el tiempo. También ahora que la situación de gobernabilidad en Madrid o en Euskal Herria es bastante indefinida tenemos planes de futuro. Actualizaremos la reivindicación básica de pensión mínima de 1.080 euros igualándola al Salario Mínimo Interprofesional, ya que se había quedado corta. Las continuas subidas de los precios de los productos básicos para una vida digna, como la bolsa de la compra, la energía o el transporte, lo están exigiendo.
En los próximos meses vamos a presentar una Iniciativa Legislativa Popular que establezca por ley el complemento para esta actualización, que afectaría también a las pensiones no contributivas. No aceptaremos un rechazo de la misma, ya que está ajustada a derecho. El resto de las reivindicaciones pendientes tendrán su tratamiento y sus planes de movilización para conseguirlas.