El 18 de junio de 1996, Javier Otano anunció la dimisión de todos sus cargos, lo hacía por una acusación de corrupción difundida días antes por 'Diario de Navarra' que ligaba al lehendakari navarro con la trama corrupta del PSN que se llevó por delante una década antes al gobierno socialista de Gabriel Urralburu (lehendakari navarro entre 1984 y 1991).
El 'caso Otano' muestra dos derivadas: la del enriquecimiento ilícito y la de la política, ligada a la suma de mayorías alternativas a la derecha españolista y el fortalecimiento de las relaciones entre los cuatro territorios del sur del país.
En cuanto a la primera, la edición de 'Egin' del día posterior informaba de que «el transcurso de la investigación del 'caso Urralburu' ha terminado por acreditar todas las sospechas larvadas sobre la financiación oculta del PSN (…) Otano reconoció que tituló durante años una cuenta bancaria en Suiza para atender 'necesidades' del partido». En 2001 el caso fue archivado al considerar la jueza que «no hay ningún dato del que pueda inferirse que Javier Otano recibiera dinero de la multinacional Siemens en concepto de comisiones por la venta de la factoría Safel».
Años después el propio Otano declaró en el Parlamento navarro que «cuando te caes del sistema sabes qué es lo que pasa, te conviertes en carnaza para los caníbales». Reveló, además, que el 29 de mayo de 1996 fue advertido por UPN para que retirara el proyecto de Órgano Común Permanente.
Ni un año de cambio
Otano llegó a la presidencia navarra un año antes de presentar su dimisión. Apoyado por CDN y Eusko Alkartasuna, transitó hacia un mayor entendimiento entre los cuatro territorios del sur. El 13 de mayo de 1996, el Gobierno de Nafarroa aprueba el acuerdo de colaboración y un día después hace lo propio el Consejo de Gobierno de Lakua, presidido por José Antonio Ardanza. El 11 de junio, el Parlamento de Nafarroa autoriza el acuerdo y lo remite a las Cortes españolas.
En el texto el punto de partida es claro, «la colaboración permanente entre la Comunidad Autónoma del País Vasco y la Comunidad Foral de Navarra (…) se fundamenta no sólo en una mera relación de vecindad que aconseje contactos esporádicos, sino que hunde sus raíces en una afinidad histórica, cultural y social que ha tenido diversas manifestaciones a través de los tiempos».
Tras un repaso a varios hitos históricos protagonizados de manera conjunta, como fueron la creación de Eusko Ikaskuntza y Euskaltzaindia, y a los «mecanismos de encuentro y cooperación» previstos en la Constitución Española de 1978, ambos ejecutivos afirman que «entienden llegado el momento de establecer mecanismos generales de colaboración». A ese marco lo llamarán Órgano Permanente de Encuentro.
Una semana después de registrar la propuesta conjunta, Javier Otano dimite como presidente de Nafarroa, secretario general del PSN y parlamentario. Juan Cruz Allí sucedió a Otano en la presidencia; años después desveló en una entrevista en GARA que «Gurrea [UPN] amenazó a Otano tras la aprobación del Órgano Común».
En 2005 fue el propio Otano quien declaró en el Parlamento navarro que Miguel Sanz, Rafael Gurrea, Javier Marcotegui y Javier Aizpún acudieron en nombre de UPN a su despacho para advertirle de que si no rompía el Órgano Permanente de Encuentro con Lakua harían caer su Ejecutivo. Siete días después de remitir el acuerdo a Madrid cayó Otano.
Las cadenas del cuarto cuartel
La posible unión administrativa de Hego Euskal Herria siempre ha sido un elemento preferencial para las fuerzas de obediencia vasca, y una cuestión de estado para quienes han abogado por la asimilación del pueblo vasco.
El Consejo General del País Vasco, órgano provisional creado para la transición post-franquista, aglutinó solo a Araba, Bizkaia y Gipuzkoa; pero esto no fue óbice para que abogara como símbolo por un escudo que incluía las cadenas navarras; así lo publicó el Boletín Oficial del Consejo General del País Vasco del 1 de diciembre de 1978: «...adoptar como emblema el conocido tradicionalmente en Euzkadi por el laurak bat que recoge los escudos heráldicos de los territorios históricos del País Vasco dentro del Estado español, sin que tal elección suponga prejuzgar en modo la determinación que a cada uno de ellos compete respecto de su incorporación presente o futura a dicho Consejo General del País Vasco».
Años después, la Diputación Foral de Nafarroa pleiteó exigiendo la retirada de las cadenas navarras del escudo, su solicitud no fue correspondida hasta que en julio de 1985 el Tribunal Constitucional español dictó sentencia favorable al requerimiento navarro. «'La Comunidad Autónoma Vasca no puede utilizar el emblema de Navarra dentro de su escudo', según el fallo del Tribunal Constitucional dado a conocer ayer tarde» ('Egin', 30/07/1985).
No sería hasta marzo del año siguiente cuando Lakua acordó suprimir las cadenas del escudo de la Comunidad Autónoma Vasca: «El nuevo escudo seguirá teniendo cuatro cuarteles, apareciendo el correspondiente a Nafarroa totalmente en rojo. En las reproducciones a blanco y negro este cuadrante aparecerá con unas líneas verticales. De esta forma se evita que el cuadrante de Nafarroa aparezca con un manchón negro, lo que estéticamente no parecía muy recomendable» ('Egin', 23/03/1986).
Tal era la obcecación con la referencia a Nafarroa que el entonces lehendakari navarro del PSN Gabriel Urralburu afirmó tras conocer la decisión del Gobierno de la CAV que «si el color rojo que van a dejar en el escudo vasco alude a la bandera de Navarra, nos obligaría a plantear un nuevo recurso de constitucionalidad».
El Órgano Común vuelve en las conversaciones de Loiola
La última propuesta seria para la vertebración del sur de Euskal Herria llegó en las conversaciones que mantuvieron PNV, PSOE y la izquierda abertzale en Loiola.
Así, los tres partidos acordaron en otoño de 2006 la configuración de un órgano institucional común entre Iruñea y Lakua que «tendrá las atribuciones ejecutivas y de propuesta legislativa en el marco competencial que se acuerde, de conformidad con el ordenamiento jurídico». La izquierda abertzale trató de añadir negro sobre blanco la siguiente formulación: «este órgano institucional elaborará un Estatuto de Autonomía para los territorios de Araba, Gipuzkoa, Bizkaia y Nafarroa».
Ni PSOE ni PNV vieron con buenos ojos ese ejercicio de claridad, aunque tanto en privado como en público abogaban por una institución común de carácter permanente, el entonces secretario general del PSE Patxi López afirmó en octubre de 2006 que su partido seguía «apostando por la fórmula del Órgano Común Permanente».
La reacción de la derecha españolista no se hizo esperar y UPN volvía a mostrarse como ariete de la separación de Nafarroa; en una nota hecha pública el 24 de octubre de ese año, mostraba su rechazo a «cualquier institución de carácter permanente con la Comunidad Autónoma Vasca que se convierta en un instrumento para satisfacer los objetivos de ETA y Batasuna, que no son otros que la integración de Navarra en Euskadi para conformar una entelequia política que ellos denominan Euskal Herria».
La Transitoria cuarta y el «jarrón roto»
Evitar la relación de los cuatro territorios del sur de Euskal Herria ha sido la razón de ser de Unión del Pueblo Navarro y, por ello, una de sus principales reivindicaciones ha sido la derogación de la Disposición Transitoria cuarta de la Constitución española de 1978, que reza así: «En el caso de Navarra, y a efectos de su incorporación al Consejo General Vasco o al régimen autonómico vasco que le sustituya, en lugar de lo que establece el Art. 143 de la Constitución, la iniciativa corresponde al Órgano Foral competente, el cual adoptará su decisión por mayoría de los miembros que lo componen. Para la validez de dicha iniciativa será preciso, además, que la decisión del Órgano Foral competente sea ratificada por referéndum expresamente convocado al efecto, y aprobado por mayoría de los votos válidos emitidos».
28 años después de la dimisión de Otano, un gobierno con apoyo abertzale gobierna Nafarroa, UPN está en la oposición, el escudo de la CAV sigue luciendo un hueco rojo y la Constitución española mantiene el procedimiento para unir el «jarrón roto».*
*«Sin Nafarroa, no queremos nada, nada, nada. Sin Nafarroa, ni un solo paso. No caeremos nuevamente en la trampa. Preferimos el jarrón entero, aunque sea vacío, que cachitos del jarrón roto envueltos en papel de transferencias. Resulta ridículo e indignante oír hablar de que Nafarroa… ya vendrá, ya se incorporará, ya se sumará a las instituciones vascongadas. Nafarroa no tiene que venir a ninguna parte, ni incorporarse a anda, ni sumarse a nadie. A Nafarroa le corresponde Estar y Ser (Egon eta Izan). Nafarroa es Nafarroa». (Telesforo Monzon, 'Egin', 24/08/1980).