En noviembre de 2015 llegaba al Teatro Campos de Bilbo 'Guerra', el espectáculo multidisciplinar cuando menos atrayente por los tres músicos que unía sobre el escenario: Albert Pla, Fermin Muguruza y Raül Fernández 'Refree'. Las imágenes eran espectaculares.

 

«'Guerra' supone un nuevo reto para el multidisciplinar Muguruza, que en palabras del director es un 'animal de escenario'. Se define como musical porque se trata de una obra teatral que incluye partes cantadas, pero tanto la forma de contarlo como la utilización narrativa de la música y el vídeo convierten 'Guerra' en un espectáculo difícil de clasificar», escribía entonces Pablo Cabeza. La obra estaba dirigida por Pepe Miravete, con quien Cabeza hablaba.

Y seguía el veterano especialista musical: «Desde la cómoda atalaya del sofá, la percepción que se tiene de las guerras actuales se asemeja más a un videoclip o una película de acción que a un hecho físico y real. Y eso tiene que ver con quién y cómo nos las cuentan, según se desprende de la narrativa de 'Guerra'. (...) Es un espectáculo global en el que se utilizan todos los recursos a su alcance para contar una historia y reflexionar en voz alta sobre las cosas que preocupan. Se define como musical porque se trata de una obra teatral que incluye partes cantadas, pero tanto la forma de contarlo como la utilización narrativa de la música y el vídeo convierten 'Guerra' en un espectáculo difícil de clasificar».

Raül Fernández 'Refree', músico polifacético, productor y compositor de bandas sonoras, fue una de las primeras apuestas por las que optó Albert Pla para formar el equipo. La música de 'Refree' es la base, marca el ritmo, el tiempo en el que suceden las cosas. Casi al final del proyecto se incorporó Fermin Muguruza con su música y su visión.

En diciembre, este experimento llegó a «un Victoria Eugenia a medio llenar», escribía Iñaki Zaratiegi. «Pla se muestra impecable y maduro como actor y menos sorprendente ya en su conocido papel de cantante susurrador. Voluntarista y entregado parece Muguruza a ritmo de rock-rap, un punto desnudo sin banda instrumental de apoyo y que debe esforzarse en terrenos melódicos menos habituales en su repertorio autónomo. Y eficaz está 'Refree' como ángulo instrumental del triángulo escénico», escribe en su crítica, que tituló «Haz el gamberro y no la guerra».