Al igual que hicieran ayer los sindicatos y colectivos sociales en Bizkaia, Araba y Gipuzkoa, las centrales sindicales de Nafarroa han formalizado hoy la convocatoria de huelga general para el próximo 26 de setiembre.

A las puertas del Departamento de Empleo, Amaia Zubieta, de STEE-EILAS, ha subrayado en declaraciones a los periodistas que esta es «una lucha a largo plazo» y por eso la huelga general pretende «seguir un camino para protestar, para indignar, pero también para ilusionar y pensar que otros caminos, que otros modelos económicos son posibles» y así «sacar a la gente de la resignación».

En este sentido, José Antonio Iriarte, de ESK, ha indicado que esta huelga no es solo para los trabajadores sino para toda la ciudadanía, para «dar un giro radical» a las políticas de los gobiernos español, de Gasteiz e Iruñea, que suponen «una agresión continuada» que ha afectado a condiciones laborales, pensiones, jubilaciones, impuestos, prestaciones por desempleo, renta básica, dependencia y educación y sanidad públicas.

Y con este escenario «no quedan muchos más recursos para luchar contra los abusos que una huelga general», ha añadido Iriarte, si bien ha puntualizado que en este caso los sindicatos convocantes quieren que sea respondida por toda la ciudadanía, que sea también «de movimientos sociales, de consumo y de cuidados».

Además, ha defendido la necesidad «de mantener la presión en el tiempo» y al respecto Amaia Zubieta ha comentado que en estos momentos, «cuando hay gente que no se puede permitir hacer una huelga porque no tiene trabajo», estos seis sindicatos invitan a secundar la misma al conjunto de la sociedad por «las enormes repercusiones que está sufriendo la ciudadanía en general y el retroceso, el desmantelamiento, de todos los servicios públicos».

Y es que, según Zubieta, con los ajustes aprobados por los gobiernos de Mariano Rajoy, Yolanda Barcina y Patxi López se está avanzando hacia «una sociedad cada día más injusta e insolidaria».

«Los instrumentos de desmantelamiento del estado de bienestar están siendo sistemáticos y derechos que parecían incuestionables, como la salud universal, se eliminan de la noche a la mañana», ha afirmado, y ha añadido que en esta situación los sindicatos convocantes no quieren «que la gente caiga en la resignación» sino conseguir una «respuesta social» que pueda ser mantenida en el tiempo.