Cuando parece que ya nada puede ir peor, empeora. Esa ley no escrita la está rubricando el Athletic esta temporada. Tras la debacle en Anoeta y el consigueinte debate abierto en el entorno rojiblanco sobre qué le pasa al equipo que hace poco maravilló a la Europa futbolística, y cuando se abogaba por centrarse en el crucial partido europeo del jueves en Praga, el Athletic sigue, como alguien ha dicho estos días, en modo autodestrucción.

En el entrenamiento matutino de hoy, Fernando Llorente ha acabado en la caseta antes de tiempo después de un cruce de palabras con Marcelo Bielsa.

Ha sucedido en el descanso de un partidillo entre los menos habituales, entre ellos el ‘9’, y algunos jugadores del filial. En ese momento, el técnico argentino se ha dirigido al delantero para hablar, conversación que se ha alargado una vez presentes, tras haberse refrigerado, el resto de compañeros, como Herrera, Toquero, Ekiza, Aurtenetxe o San José.

Bielsa ha seguido «recriminando» algo a Llorente, quien se limitaba a encogerse de hombros, hasta que en un momento dado, el argentino le ha señalado el vestuario, hacia el que se ha encaminado el de Rincón de Soto con cara de pocos amigos.

No ha habido bronca ni discusión, pero sí algún tipo recriminación. No ha trascendido qué ha sucedido en ese diálogo, así que habrá que esperar a la sesión preparatoria de este martes (10.30) y a la posterior convocatoria para viajar por la tarde a Praga.