Con el plácet de la Junta Electoral y protegidas por un dispositivo especial de la Ertzaintza, organizaciones ultraderechistas como La Falange, Nudo Patriótico Español, Vieja Escuela de Madrid y Alianza Nacional acuden este viernes a Bilbo, en plena campaña electoral, para recordar a la sociedad vasca que da igual lo que decidan sobre su futuro, que ellos van a estar «en frente» si optan por ejercer su derecho a la autodeterminación.
La cita es a las 13.30, y el lugar elegido no es baladí, los Jardines de Albia, donde se levanta una estatua en recuerdo a Sabino Arana, junto a la sede central del PNV.
Han advertido que su presencia «en esta ocasión será testimonial», aunque advierten que trabajan por adquirir «la suficiente fuerza para imponer nuestras soluciones». Frente a este acto de ensalzamiento del fascismo, la asociación memorialista vasca Lau Haizetara Gogoan interpuso una denuncia judicial solicitando su suspensión cautelar, sin éxito.
Por su parte, Sare Antifaxista ha invitado a colectivos y ciudadanos en general a mostrar su oposición a la concentración ultra, reuniéndose a partir de las 12.00 en los céntricos jardines. Se anuncia una movilización creativa, en la que tengan cabida todo tipo de expresión artística y popular.
Asimismo, Bildu solicitó al Consistorio bilbaino que se posicione contra ese acto de «enaltecimiento de los crímenes del franquismo» mientras Ezker Anitza pidió a la Junta Electoral de Bizkaia que lo suspendiese.
Acudir a trabajar
Mientras los ultraderechistas españoles acuden a provocar a Bilbo y la Guardia Civil celebra en distintas localidades dentro y fuera de sus cuarteles desfiles militares, muchos trabajadores vascos acudirán a trabajar, al igual que lo harán los componentes de LAB. La central sindical, que reivindicó la «soberanía económica y política», animó a impulsar un calendario propio frente a la imposición del Estado español.
No todas las instituciones de Hego Euskal Herria estarán de fiesta, diferentes ayuntamientos, la Diputación y las Juntas Generales de Gipuzkoa atenderán este viernes «con normalidad a la ciudadanía» como «en cualquier día laboral». Estiman que el Día de la Hispanidad «es una fiesta impuesta» que no merece ser celebrada por los guipuzcoanos y por ningún vasco.