La sentencia que se conoció ayer no es tan tajante a la hora de ordenar que se paralicen las obras, pero el TSJM tampoco ha recurrido al ardid de la fianza. A diferencia de lo ocurrido hace 17 años, las obras del TAV apenas han comenzado. De hecho, supuestamente se han gastado por ahora menos de 30 millones de euros. La situación, por tanto, resulta reversible. Además, la inestabilidad jurídica en que quedaría todo mientras el Supremo delibera volvería a dejar a Nafarroa en una situación de debilidad extrema, puesto que todo paso adelante puede ser susceptible de ser considerado nulo posteriormente.
Aun así, el proyecto del TAV en Nafarroa asciende a 675 millones (sin contar el tercer hilo) y hay demasiados intereses cruzados. Por otro lado, la decisión de no empalmar las vías de TAV navarras con ninguna otra muestra la falta de interés de Madrid.