El caso de Ester Quintana, que según todos los informes médicos perdió un ojo a causa del impacto de una bala de goma lanzada por los Mossos d'Esquadra, no volverá a repetirse en Catalunya a partir del próximo 30 de abril. Así lo han acordado los socios de legislatura CiU y ERC esta tarde, cediendo de esta manera a la larga lucha de los movimientos sociales, que llevan años exigiendo la prohibición de este armamento que puede llegar a ser mortal, como por desgracia se comprobó en el caso del joven bilbaino Iñigo Cabacas.
El acuerdo entre CiU y ERC no se oficializará hasta el próximo viernes, cuando se voten las conclusiones de la comisión parlamentaria de estudio sobre las balas de goma. Posteriormente tendrá que pasar por el pleno del Parlament.
Pese a que el acuerdo parecía claro la semana pasada, ayer ERC se plantó con un ultimátum a CiU, que parecía recular ante las presiones internas de la Policía catalana. La diputada republicana Gemma Calvet amenazó con pedir la dimisión del director general de los Mossos, Manel Prat, si CiU no accedía a una prohibición inmediata de las balas de goma. Dicho sea de paso, ERC es el único partido, junto a la federación nacionalista, que mantiene su apoyo a Prat.
Plataformas como ‘Stop Bales de Goma’ y campañas como ‘Ojo con tu ojo’ llevan mucho tiempo trabajando por esta prohibición, que se puso en primera línea de debate tras el caso Quintana, herida en la huelga general del 14 de noviembre y cuya autoría, pese a las evidencias, todavía no reconocen los Mossos d'Esquadra ni el Departamento de Interior. Un esfuerzo que les ha llevado ya a presentar hasta cinco versiones oficiales sobre lo sucedido aquella noche.