Urkijo ha hecho estas declaraciones después de que el lehendakari Iñigo Urkullu haya decidido destituirle argumentando que existían diferencias en la «interpretación y ejecución» de la metodología de trabajo común que debe tener el conjunto de la Secretaría de Paz y Convivencia, que dirige Jonan Fernández como secretario general y en la que Urkijo actuaba como asesor y coordinador.
Urkijo, que ha estado once años en responsabilidades en el ámbito de los Derechos Humanos y la Atención a las Víctimas a lo largo de tres legislaturas, ha reconocido que el Gobierno de Lakua «tiene razón» en esos argumentos.
Ha precisado que su cese no se ha debido a que no entregase una carta de un preso a una víctima, motivo por el cual Covite y UPyD pidieron la semana pasada su dimisión. El cese «no es un proceso iniciado con la petición de Covite, había un problema larvado que arrancaba de atrás», aunque la petición «ha enturbiado la resolución final del proceso».
En realidad se ha tratado de «un problema de incompatibilidad, no con Jonan Fernández, sino entre Jonan Fernández y yo» y esto ha «generado problemas de funcionamiento», ha añadido Urkijo.
Para explicar con detalle los motivos de su marcha, Urkijo ha convocado una rueda de prensa este jueves en Gasteiz.