Como hacían presagiar las informaciones que durante la tarde daban cuenta de una inusual presencia policial en las inmediaciones de Loiola, un amplio dispositivo de la Ertzaintza ha llegado pasadas las 18.40 al lugar.
Entonces, se ha formado el muro popular para proteger a los cinco jóvenes independentistas que no se han presentado al juicio que ha arrancado este lunes en Madrid.
Desde las escalinatas, han proferido gritos en favor de los jóvenes, en contra de la actuación de la Ertzaintza y han cantado canciones como ‘Lepoan hartu ta segi aurrera’.
Los agentes han dado lectura a la orden de arresto emitida por la Audiencia Nacional española y han dado tres minutos a los cinco jóvenes para que se entreguen. Sin embargo, el muro popular formado por alrededor de un millar de personas se ha mostrado determinado a resistir.
Minutos más tarde, los agentes han comenzado a desmantelar violentamente el muro popular, sacando a sus integrantes uno por uno.
Los concentrados llevaban máscaras, antifaces y, en muchos casos, pelucas, lo que dificultaba a los agentes su identificación y ha retrasado las detenciones.
La Ertzaintza ha necesitado cerca de tres horas para arrestar a los cinco procesados: Jazint Ramirez, Xabier Arina, Imanol Salinas, Igarki Robles e Irati Tobar.
Cuando los agentes sacaban de la concentración a los detenidos se han producido momentos de tensión, en los que los ertzainas han utilizado material antidisturbios.
El Departamento de Seguridad de Lakua ha confirmado, por otra parte, la detención de otras dos personas, a las que acusa de haber agredido a un ertzaina.
Según ha informado a través de Twitter la periodista Maite Bidarte, citando fuentes de los abogados, seis de los detenidos han sido trasladados a la comisaría de Zarautz, desde donde los cinco jóvenes procesados serán trasladados a Madrid. Una séptima persona, un vecino de Azpeitia de unos 60 años, ha sido trasladado a un centro hospitalario debido al fuerte golpe recibido en la nariz durante la actuación policial.
Varias personas más han sido identificadas y al menos hay un imputado por un delito de desobediencia a los agentes.
Representantes de EH Bildu se han personado en el lugar para tratar de supervisar el operativo. La Ertzaintza ha hecho caso omiso a sus peticiones.