Ángel Vizcay, quien fuera gerente del club navarro durante 24 años, reconoció ayer por la noche en la ‘Cadena Ser’ haber gestionado el amaño de partidos durante la recta final de la temporada pasada. Asimismo, aseguró haber informado de ello hace pocas fechas a la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y que esta información será puesta a disposición policial.
En concreto, Vizcay habló de una reunión mantenida con los jugadores del Betis Jordi Figueras y Amaya, con quienes se habría reunido en Madrid para incentivar a que ganasen al Valladolid (rival de Osasuna por evitar el descenso) en la penúltima jornada de la competición, coincidiendo con el Espanyol-Osasuna que salió ayer a la luz. El defensa verdiblanco Amaya, se apresuró a desmentir las informaciones. Asimismo, se apuntó a que Osasuna trató de comprar el partido de la jornada anterior contra el Celta, pero los gallegos se negaron y se llevaron los tres puntos de Iruñea.
La LFP comenzó a investigar este encuentro después de conocer que hubo en el extranjero una apuesta de 240.000 euros a favor de que el partido concluyera con el empate a un tanto entre Espanyol y Osasuna. Resultado que se cumplió.
De esta forma, Vizcay habría ofrecido 250.000 euros a los dos jugadores del Betis por ganar al Valladolid. Del mismo modo, esta cantidad se incrementaría en caso de perder en la última jornada en el Sadar. El Betis cumplió en ambos partidos.
El que fuera gerente de Osasuna, en su declaración a la LFP, responsabiliza a Miguel Archanco, expresidente del club navarro, de ordenar estos movimientos y también aseguró que toda la directiva estaba al corriente de ellos.
La agencia Efe cifra en 2,4 millones de euros los que la directiva de Archanco no justificó antes de dejar el club, de los que 900.000 euros corresponden, al parecer, a un pago a dos agentes inmobiliarios y el resto fue a una sociedad en un paraíso fiscal.