El Parlamento de Grecia ha aprobado esta madrugada un segundo paquete de reformas necesario para garantizar avances en las conversaciones sobre la asistencia financiera pactada la semana pasada entre Atenas y los acreedores internacionales.

Según las informaciones facilitadas por el diario griego 'Kathimerini', la votación se ha saldado con 230 votos a favor, 63 votos en contra, cinco abstenciones y la ausencia de dos de los parlamentarios. 36 miembros de Syriza han votado en contra, tres menos que en el primer paquete de medidas.

«Las fuerzas conservadoras de Europa siguen insistiendo en sacar a Grecia del euro. Elegimos un compromiso que nos fuerza a aplicar un programa en el que no creemos y lo vamos a aplicar, porque las opciones que tenemos son duras», ha insistido el primer ministro heleno, Alexis Tsipras.

El exministro de Finanzas Yanis Varoufakis, que votó en contra la semana pasada, ha dado su respaldo al nuevo paquete, si bien ha publicado un comunicado para aclarar que sólo lo ha hecho para dar más tiempo al Gobierno, recalcando que el acuerdo con los prestamistas está destinado a fracasar.

Las nuevas medidas implican la incorporación a la legislación griega de las normas de la UE sobre apoyo a bancos, aprobadas tras la crisis económica en 2008 y con las que se quiere «proteger a los contribuyentes en caso de rescate a entidades en problemas». Los cambios señalan a los accionistas y a los acreedores de estos bancos como responsables primarios de las pérdidas.

Por otro lado, miles de personas se concentraron durante la tarde y noche de ayer ante el Parlamento para protestar contra las medidas pactadas por el primer ministro y, en particular, contra las medidas de austeridad que lleva aparejadas este tercer plan de ayuda.