«Se ha aprobado el acuerdo con Turquía, todos los inmigrantes irregulares que lleguen a Grecia desde Turquía a partir del 20.03», ha anunciado a través de las redes sociales el primer ministro de República Checa, Bohuslav Sobotka.
El texto asegura un «trato individual» de cada demanda de asilo presentada en territorio heleno y una referencia «expresa» a que no habrá ni «expulsiones colectivas», ni devoluciones en caliente, según Europa Press.
Para compensar el esfuerzo de retorno, la Unión Europea pondrá en marcha un plan para trasladar a suelo comunitario a tantos refugiados sirios desde Turquía como demandantes de asilo de esta nacionalidad sean deportados.
72.000 plazas
Para ello, los Estados miembros prevén hacer uso de un máximo de 72.000 plazas comprometidas en programas de reubicación europeos, por lo que el texto advierte de que si se excede ese techo, entonces el sistema «uno por uno» será «suspendido».
El objetivo es presionar a Turquía para asegurar que refuerza el control de su frontera y contiene el paso de inmigrantes hasta reducirlo «a cero o casi cero», según admiten funcionarios europeos.
Los líderes europeos han dado su visto bueno a la propuesta de acuerdo redactada por el presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, tras negociaciones en paralelo con los Estados miembros y con Davutoglu. Está previsto que los Veintiocho y Davutoglu se reúnan durante la tarde para formalizar el pacto.
Pese a las dudas iniciales sobre la conveniencia de fijar una fecha para la entrada en vigor del programa de deportaciones, por temor a crear un efecto llamada o a precipitar un modelo ineficaz, finalmente los líderes han acordado que todos los inmigrantes irregulares que lleguen a Grecia a partir del 20 de marzo serán retornados a Turquía.
A cambio, la Unión Europea se compromete a reactivar las negociaciones de adhesión, incluido con la apertura del capítulo sobre cuestiones de presupuesto (número 33) antes de que concluya la presidencia neerlandesa de la UE, es decir, el 30 de junio de este año a más tardar.
Gesto a Ankara
Se concede así un gesto a Ankara que no cumple, sin embargo, con las aspiraciones turcas iniciales de activar cinco capítulos, incluidos varios de los que bloquea Chipre por la negativa de Turquía a reconocerlo como país.
También se recalca el compromiso europeo de acompañar financieramente a Turquía en la asistencia a los refugiados y dejar la puerta abierta a sumar 3.000 millones de euros adicionales a la ayuda, siempre que se agoten de manera efectiva los 3.000 millones prometidos inicialmente.
Los europeos son conscientes del malestar de Ankara por la «lentitud» con la que se está desembolsando la ayuda –se han liberado 95 de los 3.000 millones de euros–, por lo que el acuerdo recoge el objetivo de definir en el plazo de una semana una lista de proyectos en áreas como la educación y sanidad para recibir la financiación.
En cuanto a la liberalización de visados para los turistas turcos, el acuerdo sigue la línea marcada en las negociaciones de las últimas semanas en cuanto al compromiso de avanzar hacia el fin de esta exigencia de aquí a junio. Los 28, en cualquier caso, dejan claro que la ‘hoja de ruta’ no se alterará en cuanto a que el Gobierno turco deberá cumplir los 72 criterios establecidos.