«Con esa ambición y con esa voluntad se está trabajando desde hace tanto y tanto tiempo, y de una manera intensa», ha dicho en conferencia de prensa tras la sesión semanal del Gobierno la portavoz, María Solana.

Y ha añadido que el Ejecutivo «confía que así sea, pero ahora hay que escuchar a los municipios y ver cómo se puede ir avanzando», aunque, ha insistido, «la voluntad desde luego es que el nuevo mapa local pueda ser realidad antes de que acabe la legislatura, sin duda».

Según el anteproyecto entregado a la FNMC por la consejera de Administración Local, Isabel Elizalde, la principal novedad es que Nafarroa se distribuye en 12 comarcas que integrarán a las actuales mancomunidades sectoriales de servicios, a las Agrupaciones de Servicios Administrativos y otras entidades supramunicipales, en total más de una centena.

De este modo, el Gobierno pretende acabar con lo que considera una excesiva proliferación de entidades supramunicipales que genera «dispersión, disfunción e ineficacia».

El anteproyecto mantiene en todo caso a los ayuntamientos como figura central de la administración local y consolida el concejo, que mantendría las competencias actuales, abriendo una vía legal que facilite la utilización de estructuras administrativas existentes en sus ayuntamientos.

Además establece un catálogo de competencias de cada administración y sienta las bases para un nuevo sistema de financiación.

El objetivo último es definir un modelo basado en el principio de «equilibrio territorial», una nueva organización capaz de ejercer sus competencias y de garantizar los derechos civiles, así como de fomentar la participación activa de la ciudadanía en la administración local.

Para ello la reorganización plantea reducir progresivamente el desequilibrio entre las distintas zonas de Nafarroa a nivel municipal, y dotar a los gobiernos locales de «los recursos organizativos y económicos suficientes» para ejercer su papel «en las mejores condiciones».

Busca asimismo aumentar la cobertura y calidad de los servicios locales basándose en el principio de subsidiariedad, de forma que cada servicio sea prestado por la institución más cercana a la ciudadanía, siempre que se garantice su adecuada prestación.

Ahora la FNMC, después de que en una fase previa ya presentó diferentes propuestas y alegaciones, tiene previsto elaborar un informe sobre este anteproyecto y remitirlo a su asamblea, que está anunciada para el 22 de junio, al objeto de fijar en ella una postura definitiva que se trasladará al Ejecutivo a través de la Comisión Foral de Régimen Local.

Si el posicionamiento es favorable, el Gobierno lo aprobará como proyecto de ley y lo remitirá al Parlamento, que lo podría debatir y votar el próximo otoño, después de mas de dos años de un proceso de reflexión y debate en el que han tomado parte los departamentos del Gobierno, las entidades locales, grupos de personas expertas en la materia, sindicatos y colectivos de trabajadores de los distintos ámbitos de la administración local.