La investigación se refiere a los «actos de violencia por parte de una persona en comisión de servicio público», «usurpación de función» y «usurpación de signos reservados a la autoridad pública» cometidos por Alexandre Benalla, encargado de la seguridad en los viajes de Emmanuel Macron durante la campaña electoral de 2017 y luego nombrado adjunto al jefe de Gabinete, François-Xavier Lauch.
En un vídeo, desvelado este jueves por ‘Le Monde’, se ve a Benalla con un casco de policía agrediendo a manifestantes el pasado 1 de mayo. El portavoz del Elíseo, Bruno Roger-Petit, ha considerado «inaceptable» este comportamiento, y ha explicado que Benalla había recibido autorización para participar como «observador» con la policía, pero que «se excedió ampliamente» al intervenir «físicamente para participar en una operación de mantenimiento del orden».
Roger-Petit ha señalado que una vez que tuvieron conocimiento de los hechos, Benalla fue convocado por el jefe de gabinete de Macron, que le comunicó una sanción disciplinaria de 15 días de suspensión de empleo y sueldo y su cese como responsable de la seguridad de los viajes presidenciales. «Esta sanción se le notificó como una última advertencia antes del despido».
Benalla estaba acompañado por un gendarme en la reserva, empleado del partido de Macron y colaborador «muy puntual» del Elíseo, que ha recibido la misma sanción.
Críticas de la oposición
El ‘affaire’ ha levantado las críticas de la oposición. Eric Coquerel, de Francia Insumisa, ha apuntado que «es una historia bastante increíble. ¿Desde cuándo puede alguien mezclarse con los policías y dar puñetazos? ¿Por qué los policías le dejaron hacer y por qué no se ha recurrido a la justicia?».
El líder del Partido Socialista, Olivier Faure, se ha preguntado también por qué no se llevó a Benalla a los tribunales. «Da la sensación de que hay dos Repúblicas, dos pesos, dos medidas».
El presidente del partido conservador Républicains, Laurent Wauquiez, se ha cuestionado quién estaba al corriente de los hechos y si hubo «maniobras» para que el escándalo no saliera a la luz.