Este centro sanitario ofrecerá servicios de Atención Primaria, Salud Mental y Radiodiagnóstico, además de consultas externas para ocho especialidades y un área de rehabilitación, a los 75.000 vecinos de la comarca de Debabarrena, que seguirán teniendo en Mendaro el «hospital de referencia», según ha manifestado en el acto el lehendakari Iñigo Urkullu.

Tras recorrer las nuevas instalaciones junto al consejero de Salud, Jon Darpón, Urkullu ha reseñado que con este hospital Osakidetza y el Gobierno de Lakua dan «un paso adelante» en su «apuesta de país» por «un servicio público universal y de calidad».

El de Eibar es el quinto hospital de Gipuzkoa de la red pública, en cuya construcción se han invertido 27 millones de euros a los que se sumarán otros cuatro de equipamiento. Su presupuesto anual será de 7,3 millones.

Cuenta con una superficie de 21.000 metros cuadrados distribuidos en cinco plantas, dos de ellas bajo rasante, en las que se encuentran la cocina, las áreas de rehabilitación, radiodiagnóstico y salud pública, el salón de actos, la cafetería y las oficinas de dirección y administración.

Las zonas de admisión e información, la Unidad de Atención Primaria –7 consultas médicas, 7 de enfermería, 1 de pediatría y 1 de enfermería pediátrica–, el centro de salud mental extrahospitalaria y los Puntos de Atención Continuada (PAC) están situados en la planta cero, mientras que las unidades de hospitalización se reparten entre las plantas 1 y 2.

En la segunda se halla asimismo la rehabilitación hospitalaria y catorce consultas externas, que ofrecen especialidades de cardiología, aparato respiratorio, medicina interna, neurología, reumatología, rehabilitación, traumatología y endocrinología.

La primera unidad hospitalaria, que tendrá entre 20 y 24 camas, arrancará en una segunda fase y, en la tercera se abrirán las dos unidades restantes. La oferta está orientada a la convalecencia, la rehabilitación y los cuidados paliativos.

«Vaciar otros centros para llenar el nuevo»

El sindicato LAB ha emitido una nota en la que ha calificado de «propaganda» los datos ofrecidos por el Departamento de Salud, ya que «la paradoja es que se abra un nuevo hospital y se vacíen otros centros que ya funcionaban para llenar el nuevo edificio».

En su opinión, si el problema era la necesidad de camas de media y larga estancia, esto se podía haber solucionado ampliando las existentes en Arrasate y Mendaro, ya que estos hospitales «tienen los espacios y la dotación necesaria, y con una mínima inversión» se hubiera evitado el coste que supone la construcción del nuevo hospital.

LAB ha asegurado además que no es cierto que se vayan a crear 97 nuevos puestos de trabajo y a ampliar la estructura de Osakidetza, ya que lo que van a hacer es «dar estabilidad a 97 puestos de trabajo de los 10.000-12.000 eventuales que en la actualidad no se reflejan en su estructura oficial».

En este mismo sentido, ELA ha llevado a cabo una concentración en el exterior del edificio con el lema «Creación de empleo 0. Tenporalitateari stop!».