La propuesta recuerda que la mayoría de la ciudadanía de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa manifestó su desacuerdo con el texto constitucional en 1978 y concluye por ello que se trata de «una Constitución impuesta». Asimismo, la iniciativa de EH Bildu reivindica que «Euskal Herria, como nación que es, tiene derecho a decidir y también toda la legitimidad para dar pasos para desarrollar y materializar ese derecho».
A juicio del parlamentario Unai Urruzuno, «el apoyo minoritario a la Constitución en el referéndum de 1978 es consecuencia del conflicto político que viene de siglos atrás y que hoy está más vivo que nunca, el conflicto entre un pueblo que quiere ver reconocida su identidad nacional y decidir libremente su futuro y un Estado que se lo impide».
El representante de EH Bildu ha remarcado que además «desde 1978 el Tribunal Constitucional ha anulado o recortado una y otra vez las decisiones que las instituciones vascas han adoptado en virtud del principio democrático, y todos los pasos hacia un nuevo marco jurídico-político que respete todos los derechos que nos corresponden como pueblo han sido negados en nombre de esa Constitución que además da al Ejército la responsabilidad de garantizar la unidad de España».