Aritz INTXUSTA

El juicio por grabar las misas de Los Caídos de Iruñea se suspende hasta el 12 de diciembre

El juicio contra Clemente Bernad y Carolina Martínez, acusados de revelación de ‘secretos’ por grabar las misas de corte franquista que se celebran en la cripta del Monumento a los Caídos de Iruñea, ha quedado suspendido hasta el 12 de diciembre por la ausencia de dos curas que habían sido citados como testigos.

Carolina Martínez y Clemente Bernad atienden a los medios antes de entrar al juicio. (Idoia ZABALETA/FOKU)
Carolina Martínez y Clemente Bernad atienden a los medios antes de entrar al juicio. (Idoia ZABALETA/FOKU)

Durante la vista, Bernad ha reconocido haber colocado los aparatos de grabación en la Cripta, aunque ha matizado que Carolina Martínez no sabía que lo había hecho y que se lo comunicó posteriormente.

Ha explicado que el dispositivo consistía en una microcámara y una grabadora que se enchufaron al cuadro de luces del monumento. Y que hasta la rejilla que da a la cripta había llegado por la antigua entrada desde el interior de Los Caídos, zona para la que el Ayuntamiento le había concedido un permiso de acceso.

Bernad ha detallado que la finalidad de las grabaciones era la realización del documental ‘A sus muertos’ que trata sobre este edificio, que es el segundo monumento más grande dedicado al golpe del 36, solo después del Valle de los Caídos.

En la misma vista, además han testificado el denunciante, uno de los miembros de la Hermandad de los Caballeros Voluntarios de la Santa Cruz, concretamente su secretario, y distintos policías. Entre ellos, los agentes que acudieron al recibir el aviso que había dado la hermandad y que desatornillaron la rejilla y entraron por ese espacio hasta dar con el lugar en el que se encontraba la alimentación de los aparatos colocados.

También ha declarado como testigo protegido José Fermín Garralda, miembro de la hermandad que se dio cuenta de la presencia de los aparatos y la única persona que fue grabada por ellos, ya que acudió a rezar un día antes de la misa.

Finalmente, el juicio, que se celebra en el juzgado de lo Penal número 3 de Iruñea, ha quedado suspendido hasta el 12 de diciembre por la ausencia de dos curas que también habían sido citados como testigos.

Como se recodará, por estos hechos, la Fiscalía pide dos años de prisión para cada uno de los encausados, además de una multa de 12.000 euros.