El tercer volumen de la colección se centra en un período histórico que va del siglo XVI al XIX. Unos años en los que, «tras la conquista del Reino de Navarra, en 1521, fueron en Euskal Herria de gran convulsión social y política, plagados de contiendas bélicas. Un pueblo llano, pobre y dedicado a la agricultura, la ganadería y la pesca, y unas élites divididas entre la asimilación a los imperios español y francés y la resistencia ante las brutales olas represivas de ambos estados, harán florecer personajes de lo más variopinto, aventureros, grandes navegantes y balleneros, las primeras escritoras, brujas y sanadoras, conquistadores, guerrilleros o matxinos, que pueblan las páginas de esta magistral entrega de nuestra historia ilustrada», señalan desde Txalaparta.
Fueron unos siglos en Euskal Herria dominados por los cambios y la conflictividad social. No en vano, la ciudadanía navarra del sur, primero, y la del norte, después, se resistió a la asimilación de los imperios español y francés. Además, durante el siglo XVII, especialmente, se propagaron las revoluciones por todo el país.
Unas revueltas que, según señala Asiron, se debieron a «motivos muy variados, tales como las levas para el ejército, la confiscación de bienes comunales, el traslado de las aduanas al mar, la carestía del pan, la subida de impuestos, por la especulación en los precios de los alimentos o los excesos de la nobleza. Y no son sino algunos ejemplos».
Una época que el ilustrador Martintxo Altzueta califica de «paradójica, porque supuso una proyección internacional de Euskal Herria a través de los navegantes vascos y los balleneros en América, pero que a nivel interior entrañó una involución, ya que se perdió la independencia del Reino de Navarra y se empobreció la vida de los vascos a varios niveles».
Las grandes aventuras marítimas que tuvieron lugar en esa época han supuesto todo un reto técnico para Martintxo, «sobre todo a la hora de realizar los barcos, que tienen una gran presencia, ya que veníamos de unas épocas en las que predominaban las ilustraciones de tipo arquitectónico».
Como relata el propio Asiron, «desde nuestros primeros planteamientos teníamos muy claro que las expediciones, los descubrimientos geográficos y los hitos en la historia de la navegación habían de tener un peso muy importante en este volumen».
Además, en este tercer tomo, el ilustrador se ha planteado un reto de corte más personal al «centrarme más en las personas», para las que ha buscado modelos reales, de tal manera que «el 80% de los personajes que aparecen son personas de las que he cogido caras y a las que he hecho posar en diferentes situaciones». Esta circunstancia ha multiplicado su trabajo, pero con esta fórmula «los personajes ganan en credibilidad y estoy muy contento de haberlo hecho».
Junto a ese verismo, Martintxo ha incrementado «la paleta de colores, que es más luminosa» y la «calidad de las ilustraciones, con un acabado más potente. Hemos reducido un poco su número para que ganen en presencia, ya que en los libros anteriores, en algunas páginas había hasta tres ilustraciones e igual quedaban un poco pequeñas».
En lo que no se ha registrado cambios es en la presencia de cameos en las ilustraciones y en el apartado explicativo ‘Así se hizo’. En relación a los primeros, Martintxo señala que «hemos recurrido a gente igual no tan conocida o que lo es en ámbitos menos amplios, aunque también hay algún cameo negativo. Hay quien dice que un inquisidor se parece a Marhuenda, pero es pura casualidad», añade entre risas.
Además de los anónimos protagonistas de la historia, los autores también han querido recoger las vidas de personas relevantes de la época, aunque sus nombres tampoco hayan sido debidamente recogidos por la historiografía oficial, como sería el caso de Xavier Mina o de María Estíbaliz de Sasiola. De algunos de ellos existen retratos reales de la época, en los que se ha basado Martintxo a la hora de dibujarlos, aunque dando a la ilustración «un lenguaje, una estética más actual».
Sobre ‘Así se hizo’, Asiron recuerda que «cada una de las ilustraciones es consecuencia de una ardua labor de investigación llevada a cabo por historiador e ilustrador en estrecha colaboración», una tarea que se explica en el citado apartado. Martintxo añade que «es una de las partes que más nos gusta, porque el lector igual no aprecia el trabajo, el estudio que hay detrás de cada ilustración. De hecho, hasta la hemos potenciado en este tomo».
Con el lanzamiento del tercer volumen de ‘La historia ilustrada de Euskal Herria’, a Asiron y Martintxo solo les resta el cuatro y último, dedicado a la Edad Contemporánea. Parte del trabajo de ese tomo ya está avanzado y «como es una época que igual exige menos trabajo de investigación y contamos con muchas imágenes, espero que nos cueste menos que los anteriores», aventura el ilustrador.
En principio, su intención es lanzarlo para 2020, aunque «si debemos esperar porque Joseba repite como alcalde de Iruñea, estaré encantado», señala Martintxo.