El exagente de la Policía española que el 6 de enero disparó con una pistola al caserío de una familia de Amurrio guardaba en su casa un auténtico arsenal. Ni él lo reveló ni la Ertzaintza lo destapó hasta cuatro días más tarde, el 10, pese a que los agentes acudieron a su domicilio en el primer momento posterior al ataque.
Ese domingo 6 de enero, el veterano exagente (74 años) negó cualquier relación con el disparo pese a que había sido visto en la zona, y manifestó a la Ertzaintza que únicamente poseía una escopeta de caza con su licencia correspondiente, además de algo de munición que sí mostró a los agentes que entraron en su domicilio.
Cuatro días más tarde, cuando las sospechas sobre su autoría eran ya muy sólidas e incluso públicas, L.A.M.A. destapó finalmente el arsenal que guardaba en su domicilio del barrio de Lezama, situado enfrente aunque a distancia del caserío atacado. En diferentes puntos de la vivienda, bien escondidas en tres cajas fuertes o a la vista, tenía 36 armas largas y cortas, además de otros utensilios militares.
La posesión de la práctica totalidad del armamento sería ilícita dado que la Guardia Civil ha acreditado que le fue retirada la licencia de armas cortas y entregó la pistola en febrero de 2018. Se analiza ahora cuáles de esas armas, proyectiles y demás estaban inutilizadas y cuáles no.
El arsenal
El listado del arsenal hallado es profuso y detallado. En una de las cajas fuertes se hallaron once pistolas de las marcas Astra y Star, además de algunas piezas sueltas, dieciséis cargadores, cartuchos de diversos tamaños y modelos, detonadores de retardo....
En otra caja fuerte aparecida en una habitación diferente había ocho revólveres y cuatro pistolas más. Y en otro punto de ese mismo habitáculo se halló una tercera caja, con tres revólveres y una pistola más.
Diseminadas por la vivienda, esta vez a la vista, se aprehendieron cuatro subfusiles Star y Cetme, dos rifeles, una carabina, dos escopetas, diecisiete bayonetas... Y el arsenal se completaba con 26 artefactos militares (aparetemente obuses) de diversos modelos y tamaños, botes de pólvora, cajas de proyectiles, cartuchos, material de recarga... Todo ello fue trasladado a la comisaría de la Ertzaintza de Laudio, excepto los artefactos militares, botes de pólvora y detonadores de retardo que se llevaron a la Unidad de Desactivación de Explosivos para su inutilización.
En total, el atestado policial refiere por tanto el hallazgo e incautación de dieciséis pistolas, once revólveres, cuatro subfusiles, dos rifles, dos escopetas, una carabina, dieciete bayonetas y 26 artefactos militares, sin contar la munición y demás elementos.