José María Gorrotxategi Picassarri falleció anoche en la capital guipuzcoana rodeado de sus familiares. Sus restos mortales descansan ya en un tanatorio de Tolosa, donde serán velados hasta este jueves por la mañana.
Con un establecimiento comercial emblemático en la plaza Zaharra de Tolosa y dos de sus seis hijos, Rafa e Iñaki, que han continuado la tradición familiar, Gorrotxategi ha dedicado su vida, además de a la elaboración de exquisitos dulces como su famoso Xaxu, al estudio de la historia y tradición confitera vasca.
Fruto de esa inquietud abrió en Tolosa el Museo de la Confitería Gorrotxategi, con más de 400 utensilios, piezas y documentos que él y su familia habían conservado a lo largo de años de oficio, al tiempo que publicó la obra ‘Historia de la Confitería y Repostería Vasca’.
El caluroso acto de homenaje que recibió por parte de cocineros como Pedro Subijana y otros miembros de la profesión en febrero de 2015 en el auditorio del BCC, cuando fue nombrado Maestro Pastelero de Honor en reconocimiento a toda una vida dedicada al mundo del dulce, fue una de sus últimas apariciones públicas.
Los funeralesse celebrarán a las 19.30 de este jueves en la parroquia de Santa María de Tolosa.