Izkander Fernández

Berri Txarrak llama a las puertas de la historia con un concierto de 3 horas

Sobre las 21.15 la Broken Brothers Brass Band atravesaba el pasillo central del escenario principal de Kobetamendi interpretando una jam compuesta por melodías pertenecientes a toda la carrera de Berri Txarrak. Apenas diez minutos después Gorka Urbizu, David González y Galder Izagirre irrumpieron con los primeros acordes de ‘Beude’, ese agradecimiento a los espacios de Euskal Herria que trabajan para que la música en directo siga fluyendo a través de los pulmones de nuestra cultura.

Uno de los muchos momentos potentes del concierto, esta vez con Aiora Rentería. (Aritz LOIOLA/FOKU)
Uno de los muchos momentos potentes del concierto, esta vez con Aiora Rentería. (Aritz LOIOLA/FOKU)

Más de 20.000 personas, una auténtica marea rockera dispuesta a quemar una nueva etapa de la gira de despedida de los de Lekunberri, inundan buena parte del recinto. Ya con el segundo tema, la enérgica ‘Gelaneuria’, se desatan las emociones contenidas hasta ese momento. ‘Jaio.Musika.Hil’ explota entre un público que comienza a saltar y a aplaudir al ritmo de la batería de Galder.

El escenario y su conjunción con el recinto muestra una espectacular estampa. En esta jornada son muchos los sueños que se hacen realidad. Berri Txarrak alcanza la cima de su carrera en el momento justo, en el momento en el que la formación dice adiós tras una carrera que nunca ha parado de crecer tanto en lo artístico como en la reacción del público. ‘Ederra liatu duzuena’, agradece Gorka justo antes de anunciar ‘zena, izana eta ezina’.

Sigue ’Spoiler’, composición divertida que recuerda a Weezer, una de las bandas fetiche de Gorka Urbizu y protagonistas del cierre del BBK Live Festival 2019. El azar ha querido que Weezer y Berri Txarrak actuasen en el mismo escenario en un plazo de 24 horas.

Los invitados comienzan a aparecer en las tablas de Kobetamendi. Jurgi Ekiza, de Willis Drummond, se desgañita de lo lindo con ’Ez dut nahi’. Tras un par de temas Aritz Mendieta, de Deabruak Teilatuetan, interpreta ‘Iraultza txikien asanblada’, un bonito himno sobre la cultura participativa.

Tras una ráfaga de temas culminada con ‘Libre’, Aiora Renteria, de Zea Mays, se hace con el micrófono para cantar junto con Gorka ’Atzean utzitako zelda’, composición creada en torno a los versos de Joseba Sarrionandia. Aiora no está allí solo para eso. En cuanto revientan los primeros acordes de ‘Bisai berriak’, los 25.000 asistentes reaccionan al unísono recordando los momentos mágicos vividos bajo el cielo de Elorrio.

Elegancia

La parte central de la actuación está protagonizada por Ricky Falkner y Martí Perarnau IV, que interpretan cuatro composiciones pertenecientes al segundo disco de ’Denbora da polígrafo bakarra’. Es un momento cargado de calidad en el que los temas son reinterpretados con nuevos arreglos y mucha elegancia. Suenan la propia ‘Polígrafo bakarra’, ’Lemak, aingurak’ y probablemente la mejor composición de la segunda mitad de carrera de la banda: ’Helduleku guztiak’.

Tras una nueva batería de temas llegan más invitados. Matxet, de Josilouli, lleva el show al extremo con una necesaria ‘Zirkua’. Acto y seguido Facu Díaz se hace con la batería y Toni Mejías, de Los Chikos del Maíz, pasa a rapear en ’Betiko leloaren betiko leloa’, justo antes de que Berri Txarrak entable ese precioso diálogo con el público que es ‘Eskuak/Ukabilak’. Y de ahí a Iseo rapeando en ’Biziraun’, lo más parecido a ’Smell Like Teen Spirit’ que tendrá nuestra generación musical en Euskal Herria.

Anari Alberdi y Karlos Osinaga tocan una primera mitad de ’Oreka’ en clave intimista para luego volver al ritmo original del tema y culminar otra preciosa reinterpretación de otro de los himnos de la banda.

Con dos horas y media de concierto Gorka presenta un tema de una banda que significó un antes y un después en la historia de nuestra música. Los acordes de ‘David eta Goliath’, de Su Ta Gar, presentan al trío de Lekunberri desnudo surcando la fiereza del heavy metal. Cuando Gorka va a sufrir en exceso, en el momento del punteo, Aitor Gorosabel irrumpe en escena para culminar uno de los momentos estelares de la actuación. Todavía con Gorosabel y antes de despedirse por primera vez llega el turno de ‘Ohiu’, donde Aitor y Gorka se intercalan la voz principal.

Otro sueño hecho realidad en la noche de los sueños. Ver juntos a Berri Txarrak y a una parte de Su Ta Gar en un escenario y compartiendo legado no había ocurrido ni en la mente de los mejores guionistas. Dos de nuestras mejores bandas posteriores a la hecatombe del rock radical vasco junto con Negu Gorriak juntas en un escenario intercambiando dos de sus mejores temas.

Recta final

Para el bis Gorka invita a su hermana Nerea al piano y ambos decican ‘Min hau’ a los presos altsasuarras y a sus familias. Siguiendo con el formato acústico e íntimo Gorka presenta a Enrique Villareal ‘El Drogas’ para interpretar “Maravillas”. La voz rota de El Drogas y las guitarras acústicas dotan al tema de una nueva identidad con el público conformando un mar de luces y brazos alzados al cielo.

‘Ikusi arte’ pone a botar a todo el público de Kobetamendi antes del último pildorazo de la noche: ‘Denak ez du balio’. ‘Katedral bat’ pone el broche al sueño de una noche de verano. Una noche en la que Berri Txarrak no solo llama a las puertas de la historia, las abre y entra en ella por derecho propio.